Cuando se escucha hablar de colesterol y triglicéridos elevados, generalmente ocasiona preocupación y no es para menos; pues si estos lípidos están altos pueden ocasionar complicaciones de salud, por lo que es necesario tomar acciones tendientes a estabilizarlos.
Estos lípidos hacen presencia en todo el organismo y juegan un papel importante en su normal funcionamiento. El instituto Mayo Clinic explica que el colesterol es utilizado para construir células y algunas hormonas; mientras los triglicéridos almacenan las calorías no utilizadas y proporcionan energía al cuerpo.
Estos últimos son muy abundantes en la sangre y tenerlos altos se asocia con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares y pancreatitis, según la Fundación Española del Corazón. Lo propio sucede con el colesterol, que si se excede en la sangre puede ocasionar placas que se adhieren a las arterias, dificultando la circulación.
Para mantener estos lípidos bajo control, los expertos recomiendan, entre otras cosas, las siguientes. Hacer ejercicio con regularidad; lo ideal es realizar al menos 30 minutos de actividad física la mayoría o todos los días de la semana. El ejercicio regular puede reducir los triglicéridos y aumentar el colesterol “bueno”.
También se debe evitar el azúcar y los carbohidratos refinados y bajar de peso. Es clave concentrarse en reducir las calorías, pues las adicionales se convierten en triglicéridos y se almacenan como grasa en el cuerpo.
Un aspecto más es consumir grasas más saludables. En este punto es importante sustituir las saturadas que se encuentran en las carnes, por otras más saludables, como las de las plantas y los aceites de oliva y canola. En lugar de carne roja, se recomienda el pescado rico en ácidos grasos omega-3.
De igual forma, se debe limitar la cantidad de alcohol que se consume, pues es alto en calorías y azúcar, y tiene un efecto particularmente fuerte sobre los lípidos, especialmente los triglicéridos.
En ese marco, la dieta es determinante y el consumo de algunos productos naturales puede ayudar a bajar estos lípidos de la sangre. Se dice que la remolacha es una buena opción cuando se trata de controlar estos lípidos.
Los beneficios de la remolacha
Esta verdura es rica en vitamina A, carotenoides y flavoniodes, antioxidantes que combaten el exceso de radicales libres en el organismo, ayudando a prevenir diversas enfermedades.
Según la Fundación Española de la Nutrición, este alimento tiene bajo contenido energético. Después del agua, los hidratos de carbono son el componente más abundante y se caracteriza por ser un alimento con una importante cantidad de fibra.
De sus vitaminas destacan los contenidos en folatos, que equivalen al 45 % de las ingestas recomendadas al día para hombres y mujeres de 20 a 39 años con actividad física moderada, indica la citada fuente. En relación con los minerales, es una hortaliza fuente de potasio, mineral que contribuye al funcionamiento normal del sistema nervioso y de los músculos.
Así las cosas, consumir jugo de remolacha es una buena alternativa que contribuye a bajar los triglicéridos y el colesterol. Se dice que este producto contiene compuestos químicos que promueven el bienestar cardiovascular, purifican la sangre y mejoran la condición de los vasos sanguíneos.
Para elaborar la bebida se pueden adicionar otros productos que también son saludables para el corazón como la manzana, la naranja y el limón.
Se utiliza una manzana, una remolacha, el zumo de dos naranjas y el de un limón. Se pela y corta la manzana y la remolacha y se exprimen las frutas cítricas. Luego se mezclan todos los ingredientes y para ello se puede agregar un poco de agua para que la bebida no quede muy espesa. Una vez licuado, ya este jugo estará listo para consumir. Es posible tomarlo varias veces a la semana como complemento de una dieta saludable. El jugo de remolacha también puede prepararse solo.