Oliver Burkeman, destacado periodista y escritor británico, conocido por sus escritos sobre productividad y bienestar, ha introducido un método de gestión del tiempo denominado el ‘método 3-3-3′. Esta técnica, diseñada para mejorar la productividad y la concentración, se basa en dividir el día en tres bloques de tres horas cada uno, con enfoque en tareas específicas y descansos regulares.

1. Tres horas de trabajo profundo

La mañana, cuando el cerebro está más fresco y alerta, es el momento ideal para dedicar tres horas ininterrumpidas a las tareas más importantes y exigentes. En este periodo, se debe eliminar cualquier distracción, como notificaciones del teléfono o correos electrónicos, y enfocarse en una sola actividad a la vez.

2. Tres tareas menos exigentes

Por la tarde, cuando la energía comienza a disminuir, Burkeman recomienda abordar tres tareas que requieran menos concentración, como responder correos electrónicos, revisar documentos o realizar llamadas telefónicas. Estas actividades permiten mantener el ritmo de trabajo sin exigir demasiado esfuerzo mental.

El 'método 3-3-3' de Oliver Burkeman propone un enfoque estructurado para organizar el tiempo y maximizar la productividad. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

3. Tres actividades de mantenimiento

Al final del día, se destinan tres actividades para organizar y preparar el trabajo del día siguiente. Esto puede incluir revisar la agenda, preparar listas de tareas pendientes o archivar documentos. De esta manera, se evita comenzar la jornada siguiente con tareas pendientes y se facilita un inicio más fluido.

Implementando el ‘método 3-3-3′

Para poner en práctica este método de manera efectiva, Burkeman recomienda seguir estos pasos:

  • Identificar las tareas más importantes: Al inicio del día, realizar una lista de todas las tareas pendientes y priorizar las que requieren mayor atención y esfuerzo.
  • Establecer bloques de tiempo: Dividir el día en tres bloques de tres horas, asignando cada bloque a una categoría de tareas (profundo, menos exigentes, mantenimiento).
  • Eliminar distracciones: Durante los bloques de trabajo profundo, silenciar el teléfono, cerrar notificaciones y buscar un lugar tranquilo para trabajar sin interrupciones.
  • Ser realista: No sobrecargar los bloques de tiempo con demasiadas tareas. Es mejor completar menos tareas de manera satisfactoria que intentar hacer muchas a medias.
  • Ser flexible: El método 3-3-3 es una guía, no una regla estricta. Adaptar el sistema a las necesidades y preferencias personales es clave para su éxito.
El 'método 3-3-3 propone al alternar bloques concentrados de trabajo profundo con descansos revitalizadores. Este sistema podría ayudarlo a usted y su equipo de trabajo. (Imagen de referencia) | Foto: Nitat Termmee

Descansos, límites y recompensas

  • Descansos regulares: Tomar breves descansos durante el día para mantener la concentración y evitar el agotamiento mental.
  • Establecer límites: Definir claramente las horas de trabajo y las horas personales para evitar la sobrecarga laboral.
  • Delegar tareas: Si es posible, delegar tareas que no requieren de atención personal para liberar tiempo para actividades más importantes.
  • Recompensarse: Celebrar los logros y recompensarse por completar las tareas, reforzando así el comportamiento positivo.

Según Oliver Burkeman, el método ofrece una alternativa simple y efectiva para combatir la procrastinación, aumentar la productividad y reducir el estrés asociado a la gestión del tiempo. Su enfoque realista y flexible lo convierte en una herramienta valiosa para cualquier persona que busca optimizar su tiempo y alcanzar sus objetivos.

Hay que definir las horas de trabajo y las horas personales para evitar la sobrecarga laboral. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images/Image Source