La limpieza en el hogar es tan importante como la higiene personal, pues con esta práctica se garantiza evitar bacterias, parásitos o virus que pueden llegar a ser contaminantes, siendo una parte esencial para prevenir complicaciones de salud.
Además, en vista de que es el espacio más privado y el punto de reunión para toda la familia, no hay nada mejor que su aspecto sea impecable y agradable para pasar momentos inolvidables y, de acuerdo con el Feng Shui, poder atraer buenas energías, prosperidad, paz y abundancia, según el orden de cada elemento en los diferentes espacios de la vivienda.
De hecho, expertos mencionan que algunas personas se pueden ver muy afectadas anímica o emocionalmente cuando la casa no está limpia porque no se sienten completamente a gusto y, a raíz de esto, también se puede generar un desorden interior.
Según explica la psicóloga Noelia Sancho en el portal El Mueble, tener una casa limpia despierta una sensación de bienestar que es vital luego de una jornada movida, de sentirse agotado y de querer simplemente llegar a ese espacio donde todo está en orden y genera tranquilidad.
¿Cómo limpiar correctamente debajo de la cama?
Sin embargo, aunque muchas personas tienen unos hábitos rigurosos de limpieza, en ocasiones por el espacio de la casa o por la falta de tiempo, se suelen pasar por alto algunos rincones que son esenciales para lograr esta armonía que se espera en la vivienda, provocando olores desagradables o acumulando residuos que no se perciben a simple vista, pero sí dan paso a las bacterias.
Uno de esos ‘rincones’ está debajo de la cama, donde precisamente se espera encontrar esa zona de descanso radiante, sin basura ni polvo, pero que muchas veces no se limpia de manera adecuada porque no se tiene la técnica apropiada o los elementos necesarios para hacerlo, tal como lo requieren otras partes de la casa como la cocina o el baño.
En este espacio además de acumularse polvo, también pueden permanecer pelos humanos y de mascota, uno que otro papel u otros tipos de suciedad que provoca la falta de luz y ventilación, convirtiéndose en el ambiente perfecto para el desarrollo y reproducción de microorganismos que son peligrosos para la salud.
Así que, en caso de no poder mover la cama de lugar, para limpiar debajo a profundidad y sin mucho esfuerzo, lo que se debe hacer es seguir los siguientes pasos:
- Preparar un balde con agua y jabón para mojar un trapero o una tela para poner en la escoba.
- Luego, meterla debajo de la cama para sacar todo el polvo y la pelusa que se esconde. De hecho, también se puede usar solo el palo de la escoba para llegar a los rincones más profundos.
- Repetir el proceso enjuagando el trapero o tela que se está usando hasta que deje de aparecer polvo.
Si el palo de la escoba no se puede meter debajo de la cama, también se puede usar una secadora de pelo en su máxima potencia, dirigiéndola directamente a los rincones que se encuentran debajo de este mueble. Se recomienda llevar a cabo esta rutina por lo menos una vez por semana para evitar que se acumule suciedad en este espacio.