Cuidar el cabello no es tarea fácil y mantenerlo en buena condición, fuerte y sano con el paso de los años, parece también algo difícil de alcanzar. La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos indica que casi todas las personas experimentan alguna pérdida del mismo con la edad, la velocidad de crecimiento disminuye y las fibras se vuelven más pequeñas y tienen menos pigmento.
Existen diversos factores que inciden en esta situación. Igual que en la piel, el paso de los años se traduce en arrugas y flacidez, porque disminuye la renovación celular, en el cuero cabelludo reduce la circulación sanguínea. Esto hace que las vitaminas y oligoelementos necesarios para el pelo se presenten en menor cantidad, por lo que se vuelve más fino y quebradizo.
En el caso particular de las mujeres, con la llegada de la menopausia, el cabello también sufre muchos cambios, entre ellos, la caída y debilitamiento. A esto se suma el estilo de vida en que incide la alimentación, el estrés, la rutina de cuidados que se tienen con el pelo y que también influyen en su envejecimiento. La alimentación es fundamental, porque le aporta las vitaminas que necesita para crecer fuerte.
Dado que el avance de la edad es una de las causas primordiales del debilitamiento del cabello, hay algunas estrategias que pueden implementarse con el fin de fortalecerlo y engrosarlo. La revista Glamour indica que si se quiere tener un pelo más grueso, cada tercer día, se debe preparar una mascarilla hidratante que elimine la resequedad y fortalezca el cuero cabelludo.
Mascarilla de aguacate
Una de las más importantes es la de aguacate. El portal Mejor con Salud indica que la vitamina E y los ácidos grasos contenidos en esta fruta son buenos para el cabello. Estos mejoran el aspecto del pelo, sobre todo ante casos de caída excesiva y sequedad.
Además, contiene proteínas que fortalecen las raíces del pelo y ayudan a engrosarlo cuando es demasiado fino. Para aprovechar sus beneficios puede usarse de la siguiente forma.
- Se extrae la pulpa de un aguacate maduro y, tras obtener un puré espeso, se frota sobre el cabello.
- Se separa el pelo en varios mechones y se asegura de cubrir las raíces y todas las hebras.
- Se deja actuar durante 40 minutos y se enjuaga con el champú habitual.
- Se repite su aplicación, por lo menos, dos veces a la semana.
Otra opción es el aceite de ricino, que es bueno para tener un cabello más abundante, grueso y libre de problemas de caída y sequedad. Sus ácidos grasos esenciales y aminoácidos nutren los folículos y aumentan el crecimiento. Su uso resulta muy fácil y práctico.
- Para empezar, se calienta una pequeña cantidad de aceite de ricino y se frota por todo el cuero cabelludo.
- En caso de tener las puntas abiertas, se aplica también sobre estas.
- Después, se deja actuar 40 minutos y se enjuaga con el champú que se utiliza de manera habitual.
- Si se dificulta su aplicación, es viable combinarlo en partes iguales con aceite de oliva o coco.
- La recomendación es usarlo dos o tres veces a la semana.