La esponja utilizada para lavar la loza es un elemento indispensable en la cocina, ya que se encarga de dejar relucientes los objetos cotidianos como platos, cucharas, recipientes y ollas. Sin embargo, es importante prestar atención a su desinfección, ya que con el tiempo puede acumular restos de comida y bacterias.

Aunque puede reemplazarse fácilmente, existen prácticas que pueden ayudar a eliminar la suciedad y los hongos adheridos, maximizando su utilidad y ahorrando dinero al evitar la compra de una nueva.

Lavar la ropa puede ser una tarea complicada para algunos. | Foto: PRISCILA ZAMBOTTO

Además de enfocarse en una limpieza efectiva de los utensilios, es crucial desinfectar la esponja después de cada uso para garantizar resultados óptimos y prolongar su vida útil.

¿Cómo limpiar y eliminar las bacterias de la esponja de la cocina?

Uno de los ingredientes naturales que va actuar como protagonista es el jugo de limón. Desde tiempos inmemorables, al limón se le han atribuido múltiples beneficios para la salud, pues culturalmente se ha conocido que funciona como un remedio eficaz para aliviar el malestar estomacal y, al mismo tiempo, controlar los niveles de glucosa, gracias a si aporte en vitamina C, potasio y minerales.

Pero, por otro lado, también el ácido cítrico que lo compone puede eliminar algunas bacterias; además, y cuenta con propiedades desengrasantes que ayuda a dejar este tipo de objetos como nuevos.

Para ponerlo en práctica, lo único que se debe hacer es extraer el jugo de varios limones para diluirlo en agua caliente en un recipiente que esté limpio. Posteriormente, va a introducir la esponja para que actúe durante 20 minutos.

Trucos efectivos para quitar el mal olor a la esponja de lavar loza | Foto: Getty Images

Pasado el tiempo, debe pasarla por agua fría y por jabón líquido para retirar los excesos de productos y que se eliminen los restos de bacterias y virus de la superficie.

Otro ingrediente natural que se puede usar también y que le permite obtener buenos resultados es el vinagre blanco. Ponga a hervir una taza de agua y agregue la misma cantidad de vinagre blanco. Finalmente, sumérjase por 20 minutos, para luego presionarla y que salga todo el líquido restante.