Los helechos son un grupo de plantas no florales pertenecientes al filo Pteridophyta. Son conocidos por sus hojas divididas y su capacidad para reproducirse.

Las hojas de los helechos se llaman frondes, que suelen ser largas y están divididas en segmentos o pinnas. Los frondes emergen enrollados en espiral y se despliegan a medida que crecen.

Los helechos pueden encontrarse en una variedad de hábitats, desde bosques tropicales hasta áreas templadas y desérticas. Prefieren lugares húmedos y sombreados, aunque algunas especies pueden adaptarse a condiciones más secas.

Se destaca la importancia de la iluminación en el bienestar de los helechos, ofreciendo pautas para asegurar que estas plantas reciban la luz adecuada. | Foto: Bill Oxford

Truco

La reproducción por división es uno de los métodos más fáciles y efectivos para propagar helechos. Este método implica dividir una planta madre en varias secciones que pueden ser plantadas por separado. A continuación, se describen los pasos para llevar a cabo esta técnica:

Preparar la planta madre: El mejor momento para dividir un helecho es en la primavera o principios del verano, cuando la planta está en pleno crecimiento. Regar bien el helecho el día antes de la división para que esté bien hidratado.

Retirar el helecho de la maceta: Con cuidado, sacar el helecho de su maceta. Si está en el suelo, excavar alrededor de la planta para no dañar las raíces. Sacude suavemente la tierra de las raíces para ver mejor los rizomas (tallos subterráneos).

Dividir la planta: Usando un cuchillo afilado y limpio o unas tijeras de podar, cortar la planta en secciones. Cada sección debe tener al menos uno o dos frondes (hojas) y una porción del rizoma con raíces adheridas. Trata de hacer cortes limpios para minimizar el daño a las raíces y rizomas.

Helecho | Foto: Getty Images

Plantar las divisiones: Plantar cada división en una maceta individual con tierra fresca y bien drenada, adecuada para helechos. También puede plantarlas directamente en el jardín, en un área con sombra parcial y suelo húmedo. Asegurarse de plantar los rizomas a la misma profundidad que estaban en la planta madre.

Regar y cuidar las nuevas plantas: Regar bien las nuevas plantas después de plantarlas. Mantener el suelo constantemente húmedo, pero no empapado. Colocar las macetas en un lugar con luz indirecta y evita la luz solar directa que puede quemar las hojas.

Monitorear el crecimiento: Durante las primeras semanas, revisar regularmente las plantas para asegurarse de que se están estableciendo correctamente. Una vez que las plantas comiencen a mostrar nuevos brotes y frondes, indica que se han adaptado bien y están creciendo.