La presentación e imagen física son determinantes para la mayoría de personas y en las mujeres, el maquillaje hace parte de esas estrategias empleadas con el fin de lucir muy bien en su día a día. Como complemento del vestuario y los accesorios, esta es una técnica infalible en los proceso de belleza.
Sin embargo, a la hora de maquillarse y aplicar diferentes productos en el rostro es determinante tener en cuenta diversos aspectos. Por ejemplo, la ocasión, el tipo de vestimenta, si es para el día o la noche y un aspecto muy importante es la edad, pues con el paso de los años la piel y las características de la cara cambian por lo que se debe prestar atención al tipo de maquillaje y la forma de aplicarlo.
Dicen los expertos que el maquillaje debe ser utilizado para resaltar las facciones e identidad de la piel de una persona, sin necesidad de exagerar, pues en muchas ocasiones es posible que se cause el efecto contrario.
Cambios en la piel
De acuerdo con el portal La Vida Lúcida, para el caso de las mujeres mayores de 60 años, hay ciertos tipos de este que no necesariamente se ajustan debido a los cambios en la piel y las necesidades específicas de esta etapa de la vida.
Los especialistas aseguran que uno de los principales inconvenientes que presentan las mujeres cuando la edad avanza es que la piel tiende a resecarse. Por ello es clave antes de comenzar a aplicar el maquillaje, hidratar la piel con una crema ligera y otra que brinde luminosidad.
Con el envejecimiento, la piel tiende a volverse más seca y menos elástica, lo que puede hacer que determinados maquillajes, como los polvos compactos, resalten las líneas finas y arrugas. Por esta razón es viable el uso de bases de tonos muy naturales, pues los oscuros tienen a envejecer más.
Luminosidad
Otro problema común es la falta de luminosidad. A medida que las personas envejecen, la producción de colágeno y elastina se reduce, lo que puede hacer que la piel luzca apagada y sin vida. Por lo tanto, es importante optar por productos de maquillaje que proporcionen un acabado luminoso y radiante, como las bases y los correctores hidratantes.
¿Qué pasa con las sombras? El portal Mejor con Salud explica que la piel de los ojos es más oscura por naturaleza, lo que se acentúa con el paso de los años, por lo que es un grave error excederse con el uso de sombras oscuras.
Dependiendo del tono de la piel y las preferencias de cada mujer, los tonos más acertados cuando se tienen más de 50 o 60 años son los grisáceos, los rosas y los beiges. Asimismo, dependiendo de la forma de los párpados, las sombras comunes se pueden apelmazar o agrupar en los pliegues, lo cual no se ve bien. Para evitar esto, la recomendación es el uso de sombras con acabados cremosos o en lápiz.
En cuanto al delineado de los ojos, lo aconsejable en las mujeres mayores es hacer una línea delgada, pues la piel de los párpados también cambia y por ello no es conveniente aplicar la misma técnica de siempre. Tampoco es recomendable poner lápiz delineador en la parte de abajo, pues esto hará que los ojos se vean más pequeños y es posible que la mirada luzca más cansada y dura.