El suavizante para la ropa es un producto muy usado en el proceso de lavado con el fin de conservar la suavidad de las prendas, a la vez que les brinda un olor agradable. Se puede encontrar en el mercado en muchas presentaciones y con diversidad de aromas.
El portal Hogarmanía explica que mientras se produce el lavado, el suavizante se introduce en las fibras de los tejidos y añade una fina capa de productos químicos para conseguir esa suavidad y reducir la fricción y la aspereza de las prendas.
Se dice que este producto tiene tanto ventajas como desventajas. En relación con lo positivo es que una vez terminados los ciclos de lavado se puede evidenciar que las prendas quedan más suaves, tienen buen aroma e incluso, en algunas oportunidades, lucen más acolchadas.
De igual forma, dado que las telas quedan más suaves, se facilita el planchado e incluso hay indicadores que muestran que el uso de suavizante reduce entre un 10 % y un 15 % el tiempo de este proceso, sobre todo si las prendas son de algodón.
También reduce la carga electrostática, lo que significa que aquellos tejidos que tengan tendencia a cargarse de electricidad estática, ya no lo harán igual.
No obstante, también hay puntos desfavorables si se realiza un uso continuado de este tipo de productos. Por ejemplo, se dice que no es muy eficaz con las fibras sintéticas o de lana, lo que indica que si se programa un ciclo de lavado con ropa que está fabricada con fibras sintéticas (tejidos de poliamida o poliéster), el suavizante será innecesario y supondrá un gasto extra.
También tiene un efecto limitado en prendas de cachemir u otras fibras como la lana. A esto se suma que desgasta las toallas y genera manchas en la ropa. En cuanto a las toallas, lo que se dice es que reduce su capacidad de absorción y en este caso lo mejor es optar por una solución casera y sustituir el suavizante por vinagre blanco, por ejemplo. Por otro lado, si la persona se excede en su aplicación puede dejar manchas cerosas que son difíciles de eliminar.
¿Cómo hacer que su aroma perdure?
Una vez teniendo claras estas cosas en torno al uso del suavizante, existen trucos caseros que ayudan a que al aplicar este producto su aroma se mantenga por más tiempo en la ropa.
Para evitar que las prendas cojan olores indeseados o a humedad, es recomendable tenderla inmediatamente después de finalizar el lavado. De esta manera, se mantendrá el aroma del suavizante, pero en lo posible no se debe tenderla al sol, ya que esto acelerará la evaporación del aroma del suavizante, precisa el portal Cleanipedia.
El olor se puede potenciar poniendo en estantes y cajones, un algodón humedecido en suavizante. Se espera a que se seque, se envuelve en una tela fina y se coloca entre las prendas. De igual forma, si se tiene una plancha a vapor, en el momento de realizar el planchado se pueden agregar unas gotas del mismo suavizante usado durante el lavado para potenciar su fragancia antes de guardar las prendas en el armario.