La ropa requiere de cuidados diferentes dependiendo de las características que tenga, como el tipo de tejido o el color de la prenda. La elección de la forma de lavado también influye en la durabilidad y la calidad que pueda llegar a tener, con el tiempo, cada vestimenta.
A continuación, varias recomendaciones para que la ropa se mantenga en buen estado:
Separar la ropa por colores y tipo de tejido: Esto evita que las prendas se froten entre sí durante el lavado, lo que puede causar desgaste prematuro.
Usar un detergente suave y en la cantidad adecuada: Demasiado detergente puede dejar residuos en la ropa y acelerar el desgaste de las fibras.
Evitar el uso excesivo de suavizante: Aunque el suavizante puede hacer que la ropa se sienta más suave, su uso excesivo puede reducir la absorción de agua de las telas y afectar su transpirabilidad.
Lavar la ropa del revés: Esto protege los colores y los estampados durante el lavado, especialmente en prendas más delicadas.
Optar por ciclos de lavado suaves y agua fría: Los ciclos de lavado suaves y el agua fría son más gentiles con las telas y pueden ayudar a prevenir el desgaste prematuro.
Evitar el secado en secadora cuando sea posible: El secado al aire libre es más suave para las telas y ayuda a preservar su forma y color. Si se usa la secadora, optar por ciclos de secado suaves y retirar la ropa cuando aún esté ligeramente húmeda para evitar el sobrecalentamiento.
Cerrar cremalleras y abrochar botones antes de lavar: Esto protege otras prendas y el tambor de la lavadora de posibles daños.
Prendas que no se deben echar a la lavadora
Trajes: lo ideal es que este tipo de vestuarios sean lavados en un sitio especializado, como la tintorería, ya que se pueden llegar a rasgar o encoger, cambiando su tamaño original de manera notable. En cuanto a las arrugas, solo necesitará una planchada a vapor, para prevenir quemaduras en el atuendo.
Prendas con brillos y adornos cosidos: este tipo de vestuario, que incluyan encajes o lentejuelas, deben estar prohibidos para ser lavados en lavadora. Lo ideal es que sean lavados a mano para evitar que puedan estropearse o perder los adornos brillantes por la fuerza del electrodoméstico.
Trajes o vestidos de baño: sin duda, estas son una de las prendas más delicadas que existen, por ello es importante hacer el respectivo lavado con agua templada y a mano; así se evita que se deformen o se encojan. Recuerde secarlo al aire libre y a la sombra.
Cortinas: especialmente cuando son pesadas, no deben ser lavadas en lavadora porque suelen absorber todo el agua y podrían dañar el electrodoméstico. A su vez, lo ideal es no meter cortinas con aros metálicos, forros, pliegues o cosidos, encajes delicados, ya que podrían dañarse o encogerse. Por el contrario, las que son de algún tejido sintético, no habría problema en meterlas en la lavadora.
Ropa que destiñe: tejidos como la seda, el cuero o la lana se destiñen y pierden su color fácilmente, por eso es importante que sean lavados a mano y evitar a toda cota el uso de esta máquina.