El aceite de oliva es un producto elaborado a partir de aceitunas y se caracteriza por ser rico en grasas monoinsaturadas, vitamina E y antioxidantes, componentes que resultan muy beneficiosos para el organismo.
Se dice que el consumo diario de aceite de oliva, especialmente el extra virgen, reduce el colesterol malo, protege el corazón y evita el daño que causan los radicales libres a las células. Además, según el portal de salud y bienestar Tua Saúde, contribuye a disminuir la inflamación en el organismo y la presión arterial, previene el envejecimiento precoz, el cáncer, la diabetes tipo 2 y los ataques cardíacos, así como enfermedades crónicas inflamatorias.
Además de su aporte en la cocina, este aceite también puede ser un gran aliado de belleza debido a su alta cantidad de nutrientes. Entre ellos, contiene ácidos grasos del tipo omega-3, los cuales no son producidos por nuestro cuerpo, así como polifenoles, vitamina E; y un compuesto llamado oleocanthal, presente únicamente en el aceite de oliva extra virgen.
Una de las bondades es que su uso resulta saludable para el cabello. Actúa como un hidratante natural frente al pelo dañado o quebradizo, aportándole los nutrientes que necesita y luchando contra la sequedad y falta de brillo. La compañía Garnier, en su página web, señala los siguientes beneficios de este producto para el cabello.
- Ayuda a fortalecer el folículo capilar, lo que proporciona más vida al cabello.
- Repara las puntas abiertas y secas dejándolas sanas y brillantes.
- Hidrata el cabello devolviéndole la humedad y el brillo natural que ha perdido debido a factores externos como el sol, cloro, secador, plancha y también el frío.
Adicionalmente, se dice que este alimento ayuda a aclarar el cabello, lo que evita que se tenga que dañar con productos químicos agresivos. El aceite de oliva actuaría como un suave peróxido natural. Para usarlo con este propósito puede hacerse de la siguiente forma, de acuerdo con el portal Panorama.
1. Se mezcla media taza de aceite de oliva con el jugo de un limón en un recipiente. Esta fruta actúa como aclarante natural, potenciando los efectos del aceite.
2. Se aplica la mezcla de aceite de oliva y limón sobre el cabello seco, asegurándose de cubrirlo completamente de raíces a puntas. Se masajea suavemente el cuero cabelludo para distribuir el producto de manera uniforme.
3. Se cubre el cabello con un gorro de ducha o una toalla y se deja actuar la mezcla durante al menos una hora. Para potenciar los efectos, es posible aplicar calor con un secador de pelo durante unos minutos.
4. Se lava el cabello con champú y acondicionador como de costumbre para eliminar el remedio casero. Se puede notar un ligero aclarado después del primer uso, pero para obtener resultados más evidentes, es aconsejable repetir el proceso una vez por semana durante varias de ellas.