Cuando una persona tiene una vinculación laboral, exponerse a un despido puede resultar una situación muy desafortunada, pues en muchas ocasiones es posible que se deba a inconvenientes económicos de la organización, pero también puede ser que de manera unilateral la organización quiera prescindir de los servicios profesionales, sin una aparente causa.

Precisamente, el despido sin justa motivación es una de las formas en que las empresas terminan los contratos laborales de algunos empleados. Los expertos explican que esta es una facultad que tiene el empleador para terminar unilateralmente la vinculación laboral, en virtud de la autonomía contractual.

Por esta razón, es importante y recomendable estar atento a posibles señales que se envían por parte del empleador y que indicarían que los días pueden estar contados en esa compañía. Estos son algunos de los aspectos a los que se debe prestar atención, de acuerdo con información de la coach Mayte García Caneiro, publicada en la red social LinkedIn, pues podrían ser indicio de un pronto despido.

Los despidos de una empresa pueden con o sin justa causa. | Foto: Getty Images
  • Las empresas reducen o eliminan el número de funciones del cargo en el que la persona se desempeña. Le asignan otras labores de menor relevancia, que ni siquiera justifican el sueldo que el trabajador percibe.
  • Le dicen que ahora debe reportar a una persona más junior. Ahí es posible que estén apelando al manejo del ego para ver si la persona se aburre y abandona la empresa.
  • La relación con algunos de los compañeros cambia radicalmente y no es claro por qué. Puede que algunos de ellos sepan cuál es el destino de esa persona y no se atreven ni a mirar a la cara. El alejamiento es evidente y en muchas ocasiones se trata de individuos que antes eran muy cercanos.
  • Los jefes encargan algún proyecto absolutamente imposible de realizar, en poco tiempo y para sacar adelante con pocos medios.
Cuando a una persona la quieren sacar de una empresa sin causa justa es posible que empiecen a aburrirla. Foto: iStock
  • Desaparecen las herramientas de trabajo.
  • Se estropea la principal herramienta de trabajo y no hay manera de que se la arreglen, pero le exigen los mismos resultados.
  • Se ejerce una presión de manera exagerada o ignoran por completo a la persona. Pueden darse los dos extremos.
  • Reubican de puesto físico a un lugar en el que el trabajador está aislado y no le brindan las herramientas ni condiciones adecuadas para trabajar.
  • Publican un anuncio con el mismo puesto en un portal de empleo.
El despido puede convertirse en una situación tortuosa. | Foto: Getty Images