La limpieza del hogar es un tema del día a día y es clave para generar un buen ambiente y eliminar suciedades que pueden causar malos olores. En este proceso se utilizan diferentes herramientas y uno de los elementos que no puede faltar es el trapero, pues ayuda a eliminar el polvo y la suciedad acumulada de diferentes superficies.
Sin embargo, de un uso adecuado del mismo también depende que brinde un buen servicio y permita la eliminación de residuos de los pisos y otros lugares de la casa. Por ello, uno de los aspectos importantes es su lavado de manera adecuada.
Hay diferentes tipos de traperos, pero dos de los más comunes son los que están elaborados con microfibra y en algodón. El primero es recomendado atrapar polvo y suciedad; mientras, el segundo, es muy absorbente y versátil, pero tiende a acumular malos olores y percudirse si no se lava bien después de usarlo. Así las cosas, este es uno de los trucos más prácticos e indicados para realizar este proceso, que este elemento quede como nuevo y, a la vez, dure más.
Se requiere de agua caliente, jabón, vinagre blanco, bicarbonato de sodio y un recipiente para preparar la mezcla. Lo primero que debería hacerse es lavar el trapero con agua y jabón.
Luego se pone agua caliente en un recipiente y se sumerge, pues esto ayudará a eliminar la suciedad superficial y facilitará la posterior limpieza. Lo ideal es que el agua esté en un término que no queme en el momento de realizar el proceso, para el cual es aconsejable usar guantes.
Es posible eliminar el agua inicial y luego tomar un poco más para agregar una taza de bicarbonato de sodio, vinagre blanco y zumo de limón, para luego mezclar todos estos ingredientes.
Se introduce el trapero y se deja reposar por 10 o 15 minutos, pues esto ayudará a desinfectarlo. Luego se enjuaga con abundante agua fría y se realiza un lavado con jabón para retirar toda la suciedad. Es clave asegurarse de eliminar todos los residuos de detergente, ya que estos pueden causar olores desagradables y afectar la efectividad del trapero en futuras limpiezas.
Por último, el secado es determinante, pues de él depende que no se presente moho. Lo mejor es ponerlo al aire libre. Una de las recomendaciones es ubicarlo en un lugar ventilado, evitando la exposición directa al sol para no dañar las fibras.
Cuidados con el trapero para que dure más
- Lo primero que se debe hacer, es lavar el trapero con agua y jabón antes de su primer uso para eliminar residuos que pueden venir de fábrica y porque así la fibra absorbe mucho mejor si se usa para secar.
- Durante su uso, debe limpiarse con detergente y realizar cambios de agua de los baldes constantemente para no trapear con agua turbia y de esta forma evitar que queden residuos.
- Después de su uso es clave lavar bien, escurrir y dejar secar en un área ventilada. Lo aconsejable es que sea al aire libre, pero no al sol directo para evitar que se deteriore el textil.
- No dejarlo en baldes con agua y químicos fuertes por mucho tiempo.
- Es aconsejable emplear el trapero solo en pisos lisos como: cerámica, vinilo, madera o porcelanato.