El Miércoles de Ceniza es el inicio de uno de los momentos más importantes para los cientos de creyentes que cada año pasan por un periodo de 40 días de penitencia, ayuno y reflexión antes de celebrar la Pascua cristiana o Domingo de Resurrección, el último día de la Semana Santa.
¿Qué es el Miércoles de Ceniza y qué representa la cruz en la frente?
Los orígenes de la Cuaresma se remontan al año 325 de nuestra era, y se utilizaba como fase de preparación para los bautizos. La duración de la festividad es un homenaje al ayuno de 40 días de Jesucristo cuando recorrió el desierto después de ser bautizado. Para los cristianos este periodo es una prueba divina de la espiritualidad de Jesús y de su capacidad para resistir la tentación.
Hoy en día es un tiempo de reflexión acerca de los actos que cada uno ha hecho y es el momento para arrepentirse por todas las faltas que se han cometido. El símbolo más representativo de este periodo es la cruz que se coloca en el frente con lo que se recuerda la fugacidad de la vida humana y la necesidad de arrepentimiento.
Originalmente, los cristianos que observaban la Cuaresma sólo podían hacer una comida al día y tenían prohibido comer carne o pescado durante todo el periodo. Sin embargo, con el paso del tiempo, se ha ido modificando esta norma volviéndola más flexible.
¿Cuándo se coloca la ceniza?
La ceniza que se coloca este primer miércoles de Cuaresma normalmente se saca desde el martes previo al Miércoles de Ceniza. La mayoría de iglesias católicas quema los materiales que sobraron del Domingo de Ramos del año pasado para obtener el polvo grisáceo. Estas cenizas conmemoran la llegada de Jesús a Jerusalén una semana antes de ser crucificado y resucitado, pues se cree que los residentes le dieron la bienvenida agitando hojas de palma.
La bendición de esta ceniza se hace el miércoles en la mañana, antes de la primera misa. La cantidad de ceniza disponible en cada iglesia depende del número de feligreses que visita el templo habitualmente. La ceniza es un símbolo. Su función está descrita en un importante documento de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, más precisamente en el artículo 125 del “Directorio sobre la piedad popular y la liturgia”:
”El comienzo de los cuarenta días de penitencia, en el Rito romano, se caracteriza por el austero símbolo de las cenizas, que distingue la Liturgia del Miércoles de Ceniza. Propio de los antiguos ritos con los que los pecadores convertidos se sometían a la penitencia canónica, el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios”.
Y complementa esta idea el sacerdote: “Las cenizas sirven mucho como testimonio de que uno es cristiano y está viviendo la Cuaresma. No hay que tener miedo de dar testimonio allí donde uno esté”, le dijo el padre Mauro Carlorosi, sacerdote argentino del Oratorio de San Felipe Neri y experto en el tema de la Divina Misericordia.