Mantener ordenado cada uno de los puntos de la casa es determinante y uno de los fundamentales es el clóset o armario. Siempre se ha dicho que el desorden de las personas guarda relación con su forma de ser o con las vivencias a las que se enfrenta en su día a día.
Con frecuencia se asegura que el orden trae consigo satisfacción y bienestar. Por ejemplo, es ideal llegar a la casa y encontrar todo es su lugar, en especial las piezas de ropa, accesorios, zapatos y lencería que forman parte del día a día.
Mantener cada uno de los sitios en una adecuada condición aporta muchos beneficios, entre ellos el ahorro de tiempo y espacio, y la posibilidad de aprovechar al máximo cada una de las prendas que se poseen, porque es posible que cuando hay desorden muchas de ellas se “refundan” en medio de las demás y la persona termine por no usarlas.
Pero hay un aspecto clave para tener en cuenta. Desde el punto de vista de la psicología, el desorden en el armario puede estar muy relacionado con el estado emocional y mental. Se dice que, de acuerdo con esta ciencia, el armario desordenado puede ser un reflejo de un caos interno o complicaciones emocionales.
Cuando las personas se sienten abrumadas por el estrés o las responsabilidades, es común que sus entornos físicos se vean también afectados. Este desorden puede ser un signo de que la persona está lidiando con emociones difíciles o una carga mental excesiva, que no le permite actuar de la mejor forma posible.
El desorden en el clóset también tiene que ver con un tema de procrastinación y miedo. Es de recordar que este comportamiento consiste en posponer deliberadamente tareas importantes, a pesar de tener la oportunidad de realizarlas. En este caso se puede tener el tiempo y la oportunidad.
Así las cosas, si alguien evita organizar su ropero, puede estar manifestando ansiedad sobre la tarea misma, quizás temiendo que no logrará hacerlo de la manera adecuada o que el proceso será desgastante o difícil.
Falta de control
La psicología indica, además, que el desorden en el armario también puede indicar una falta de control en otras áreas de la vida. Mantener un entorno desordenado puede ser un síntoma de sentirse perdido o incapaz de manejar situaciones externas, que afectan el comportamiento y la forma de actuar frente a diferentes circunstancias.
También estaría relacionado con la dificultad que tienen las personas para tomar decisiones. Cuando el clóset está desorganizado, las prendas en un lado, los zapatos en otro y las medias en uno diferente, puede llevar a que se complique la elección de qué ponerse, reflejando una dificultad más amplia para tomar decisiones. Esta es una problemática que puede extenderse a otros aspectos de la vida, creando situaciones de parálisis y frustración.
Es posible que el desorden también signifique falta de identidad. Por ejemplo, es probable que cada prenda en el ropero tenga una historia, entonces la acumulación de ropa puede estar ligada a momentos significativos de la vida, lo que genera, además de inconvenientes emocionales, problemas de identidad.
Recomendaciones
Una de las recomendaciones más importantes para evitar el desorden en el armario es dejar a la vista las prendas que con frecuencia se utilizan y aquellas que sean propias de la temporada. Los vestidos de fiesta y de gala, por ejemplo, pueden almacenarse en otro lugar, para evitar que se acumulen cosas que no se requieren, ocupando espacio que se necesita para otras cosas.
También es importante deshacerse de la ropa y calzado que ya no se usa; pues esto ayudará a descongestionar y evitar el desorden. Uno de los consejos es donar este tipo de artículos.