Desde la antigüedad se han reconocido los usos del vinagre dentro de las diferentes tareas del hogar como un complemento infaltable para al limpieza de los diferentes sitios de la casa y especialmente, cuando se habla de la cocina, los baños o el piso.
El poder del vinagre como limpiador
La acidez del vinagre es la que nos regala su potente capacidad de limpieza para acabar con la suciedad más incrustada, manchas, cal y grasa, incluso la más carbonizada. Incluso actúa como abrillantador de metales y vidrio, pero no es oro todo lo que reluce.
Junto con el bicarbonato de sodio y el zumo de limón, por años han sido los elementos infaltables para limpiar y desinfectar todas las superficies de la casa. Inclusive, hay quienes prefieren utilizar estos productos que los que se ofrecen comercialmente en los mercados.
Pero también se ha descubierto que el vinagre blanco se utiliza cuando se trata de quitar la grasa más profunda de los hornos o de remover la suciedad de la lavadora.
El vinagre también neutraliza el mal olor de la ropa, las alfombras, los sofás, el olor a sudor de las prendas deportivas, las toallas, las sábanas y los olores desagradables que proceden de una nevera o de los recipientes reutilizables, como los tarros de cristal.
Objetos que no se deben limpiar con vinagre
- Cuchillos de cocina
Los buenos cuchillos requieren también de buenos cuidados y entre ellos están no meterlos en el lavavajillas, ni limpiarlos con vinagre. Este último no es recomendable para este tipo de cubiertos puesto que el ácido del vinagre podría estropear el material de su hoja, más aún si va esmaltado. Mejor utilizar un jabón neutro, un estropajo o paño suave, y secarlos a mano.
- Madera y encerados
Los objetos y superficies de madera no deben limpiarse con vinagre primero, porque permanecerán oliendo a este producto por mucho tiempo y segundo, porque puede mancharlos.
Es preferible en este caso, utilizar los productos indicados para este tipo de materiales.
- Superficies de mármol
El vinagre no es buen amigo de este tipo de superficies ya que termina haciéndole pequeñas grietas que afectan su apariencia.
- Materiales delicados
Dentro de esta clase hay una lista amplia por ejemplo, los cubiertos de acero inoxidable o aquellos que son herencias y ya llevan mucho tiempo.
El ácido del vinagre puede estropearlo a la mínima por reacción química, dejando manchas, marcas o dañando su superficie pulida, como sucede, por ejemplo, con el cobre o el aluminio.