Las palabras del Santo Padre nos hacen pensar sobre el dominio de Dios sobre la muerte. En este pasaje vemos como la fe del hombre y la omnipotencia de Dios, se buscan y, finalmente, se encuentran.

El amor de Dios nos recuerda que envió a su propio hijo como víctima de expiación por nuestros pecados.

El amor de Dios nos recuerda que envió a su propio hijo como víctima de expiación por nuestros pecados. | Foto: Andrew Holt

Lecturas para hoy lunes 29 de julio

Lectura de la primera carta del apóstol san Juan. 1 Jn 4, 7-16

“Queridos hijos: Amémonos los unos a los otros, porque el amor viene de Dios, y todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama, no conoce a Dios, porque Dios es amor. El amor que Dios nos tiene se ha manifestado en que envió al mundo a su Hijo unigénito, para que vivamos por él”.

“El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados. Si Dios nos ha amado tanto, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. A Dios nadie lo ha visto nunca; pero si nos amamos los unos a los otros, Dios permanece en nosotros y su amor en nosotros es perfecto”.

“En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros: en que nos ha dado su Espíritu. Nosotros hemos visto, y de ello damos testimonio, que el Padre envió a su Hijo como salvador del mundo. Quien confiesa que Jesús es Hijo de Dios, permanece en Dios y Dios en él. Nosotros hemos conocido el amor que Dios nos tiene y hemos creído en ese amor. Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él”.

“El amor consiste en esto: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó primero y nos envió a su Hijo, como víctima de expiación por nuestros pecados (...)". | Foto: Getty Images

Salmo de hoy

Salmo 33, 2-3. 4 y 6. 9 y 12. 14-15. Bendigo al Señor en todo momento

“Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloria en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. Proclamad conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias”.

“Contempladlo, y quedaréis radiantes, vuestro rostro no se avergonzará. El afligido invocó al Señor, él lo escuchó y lo salvó de sus angustias”.

“El ángel del Señor acampa en torno a quienes lo temen y los protege. Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él”.

“Todos sus santos, temed al Señor, porque nada les falta a los que lo temen; los ricos empobrecen y pasan hambre, los que buscan al Señor no carecen de nada”.

“Jesús le dijo: ‘Tu hermano resucitará'. Marta respondió: ‘Ya sé que resucitará en la resurrección del último día’. Jesús le dijo: ‘Yo soy la resurrección y la vida (...)". | Foto: Getty Images

Evangelio de hoy 29 de julio

Lectura del santo evangelio según san Juan. Jn 11, 19-27

“En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para consolarlas por la muerte de su hermano Lázaro. Apenas oyó Marta que Jesús llegaba, salió a su encuentro; pero María se quedó en casa. Le dijo Marta a Jesús: ‘Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora estoy segura de que Dios te concederá cuanto le pidas’”.

“Jesús le dijo: ‘Tu hermano resucitará'. Marta respondió: ‘Ya sé que resucitará en la resurrección del último día’. Jesús le dijo: ‘Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y todo aquel que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees tú esto?’ Ella le contestó: ‘Sí, Señor. Creo firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo’”.