La temporada navideña suele ser un momento de alegría, amor y unión familiar. Muchas personas se reúnen en estas fechas para compartir alrededor de la mesa y disfrutar de exquisitos platillos durante las tradicionales cenas de Navidad y Año Nuevo.
Sin embargo, también puede convertirse en una oportunidad para que las discusiones empañen la magia de la festividad. En este contexto, es crucial elegir nuestras palabras cuidadosamente para evitar tensiones innecesarias en la mesa.
Frases que se deben evitar
“¿Cuándo vas a conseguir un trabajo real?”
Preguntas sobre la vida laboral pueden ser un terreno peligroso. Es preferible evitar cuestionamientos que puedan generar incomodidad o herir sentimientos. En lugar de eso, opta por conversaciones más positivas sobre logros personales o metas futuras.
“¿Sigues soltero/a?”
La vida amorosa de cada individuo es una elección personal y sensible. Hacer preguntas que insinúen presiones sociales o expectativas puede resultar incómodo. En lugar de eso, enfócate en compartir experiencias divertidas y celebrar las relaciones existentes.
“No deberías comer eso, mira cuántas calorías tiene”
Las elecciones alimenticias son personales y pueden estar relacionadas con preferencias, restricciones dietéticas o, incluso, problemas de salud. Evita comentarios negativos sobre las elecciones de comida de los demás para mantener un ambiente relajado y centrado en el disfrute mutuo.
“¿Cómo puedes creer en eso?” (sobre creencias religiosas o políticas)
Las discusiones sobre temas delicados como la religión o la política pueden desencadenar conflictos innecesarios. Respeta las diferencias de opinión y, si surge el tema, trata de abordarlo con tacto y comprensión, evitando juicios apresurados.
“Tú siempre...” o “Nunca haces...”
Las generalizaciones suelen ser malinterpretadas y pueden llevar a malentendidos. Expresa tus preocupaciones o comentarios de una manera más específica y constructiva.
“No entiendo por qué haces eso”
La falta de comprensión puede ser natural, pero expresarla de manera negativa puede generar tensiones. En lugar de cuestionar las decisiones de los demás, muestra interés genuino y busca entender desde una perspectiva de aprecio y respeto.
“Recuerdo cuando eras...”
Traer a colación el pasado, especialmente si implica comparaciones o críticas, puede resultar doloroso. Enfócate en el presente y elogia los logros y crecimiento de cada individuo.
La clave para unas cenas navideñas armoniosas es la empatía y el respeto. Opta por conversaciones que fomenten la unión familiar y celebren el espíritu navideño. Al evitar ciertas frases incómodas, contribuimos a un ambiente festivo lleno de amor y comprensión.
* Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir un texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.