Encurtir los alimentos es una de las técnicas más antiguas de cocina, la cual consiste en un proceso de conservación de alimentos que consiste en someter al producto a una solución de vinagre y otros ingredientes, como azúcar o especias.
Es un proceso que alarga la conservación de algunos alimentos y aquí le mostramos la forma más práctica de hacerlo.
La técnica de hacer encurtidos
El portal Directo al Paladar indica que hay varias formas de hacer los encurtidos, ya sea por cocción o por fermentación, y se caracterizan porque requieren de más tiempo de reposo para que se desarrollen las bacterias y levaduras que van a convertirlos en probióticos, con efectos muy positivos para la salud intestinal.
Gracias a la técnica del encurtido, se puede lograr que muchos vegetales tengan un ciclo de vida mucho más amplio, por lo que se pueden consumir a largo plazo. Es por eso que en los países en donde existen estaciones, son muy apetecidos.
Otra de las características de estos vegetales en conserva es su peculiar sabor, pues la solución en la que se sumergen les otorga potentes aromas y matices, que varían según el condimento utilizado.
Se pueden conservar diferentes alimentos en diferentes líquidos o salmueras, pero uno de los componentes que nunca debe faltar es el vinagre y, eso sí, en una proporción bastante alta.
Este proceso alarga la conservación de la materia prima, modificando al mismo tiempo sus propiedades organolépticas, cambiando su textura y sus sabores, las cuales se acentúan con el paso del tiempo.
Cómo hacer encurtidos vegetales caseros de forma rápida
De cuerdo a lo que recomienda el portal Bonviveur, existe una manera exprés y muy fácil de encurtir y es sometiendo las verduras a un baño de vinagre durante unos minutos, añadiendo también sal, especias secas que soporten bien una conservación alargada, como granos de pimienta o mostaza, hojas de laurel o clavos de olor.
Esta mezcla se deja marinar para que impregnen bien los sabores y se conservan refrigerados en recipientes de cristal herméticos. De esta forma quedan listos para consumir en cualquier momento.
Esta es una muestra de cómo puede poner en práctica esta técnica en casa:
Ingredientes (para 1 unidad)
- Verduras variadas, restos o partes no comestibles, pero en buen estado (550 g).
- Vinagre de manzana o de arroz o vino blanco (250 ml).
- Laurel.
- Diente de ajo.
- Azúcar (tres cucharadas -40 g-).
- Sal (35 g).
- Semillas de mostaza (2 cucharaditas).
- Pimienta negra en grano (2 cucharaditas).
- Chile en copos (1 cucharadita -opcional-)
- Hielo (475 g).
Preparación:
Antes de comenzar este proceso, asegúrese de lavar muy bien los frascos y las tapas de los recipientes de vidrio que va a utilizar y séquelos perfectamente.
Corte las verduras en trozos no muy grandes, pues lo ideal es que se puedan consumir después sin tener que cortarlos. Llene el frasco con ellas teniendo en cuenta que debe dejar 1,5 cm de espacio vacío en la parte superior.
En una olla amplia, mezcle el vinagre con la sal, el azúcar, las especias y los ajos machacados y llévelos a punto de ebullición, removiendo hasta que el azúcar y la sal se disuelvan.
Luego, retire la mezcla del fuego y colóquele unos cubos de hielo hasta que estos se derritan, para enfriar la preparación.
Llene con cuidado los botes hasta arriba, procurando que se ocupe todo el espacio entre los vegetales para que queden completamente cubiertos. Cierre herméticamente y agite la preparación un poco para que se distribuya el contenido de forma homogénea.
Guarde los frascos en la nevera, preferiblemente no en la puerta, y deje reposar el encurtido unos días. Recuerde que este puede durar hasta un mes en la nevera, sin que se alteren sus componentes.