En la agitada rutina diaria, muchas personas descuidan un aspecto fundamental para su bienestar: la higiene del sueño. Este término no se refiere únicamente a la limpieza de la cama o la habitación, sino a una serie de hábitos y prácticas que influyen directamente en la calidad y cantidad del descanso nocturno.
La higiene del sueño comprende varios aspectos que son clave para disfrutar de un sueño reparador y evitar problemas de salud relacionados con el insomnio, desencadenar enfermedades o la mala calidad del sueño.
“La higiene del sueño es esencial para mejorar la calidad de vida y prevenir enfermedades, y es que dormir bien no es un lujo, es una necesidad. Cuando descansamos adecuadamente, nuestro cuerpo y mente se reparan y preparan para enfrentar el nuevo día con energía y vitalidad”, asegura el doctor Santiago Rojas, asesor de descanso para Americana de Colchones.
Prácticas para una adecuada higiene del sueño
De acuerdo con el doctor Rojas, es importante establecer algunos hábitos y prácticas que favorecen un sueño de calidad, como lo son:
- Establecer un horario: es importante habituar un horario regular para acostarse y despertarse, incluso los fines de semana. Esto ayuda a regular el ritmo circadiano del cuerpo, según el experto.
- Crear un ambiente adecuado para dormir: debe ser oscuro, silencioso y fresco. La habitación donde se duerme debe ser oscura, tranquila, fresca y con una cama cómoda. Es recomendable evitar la exposición a pantallas (teléfonos, televisiones, etc.) en las horas previas a acostarse, ya que la luz azul que emiten puede interferir con la producción de melatonina, la hormona del sueño.
- Evitar la cafeína y el alcohol antes de acostarse: “En las horas previas a acostarse, es importante alejar el café y el alcohol”, asegura el doctor Rojas, ya que estas sustancias pueden dificultar la conciliación del sueño y alterar su calidad.
- Realizar ejercicio físico regular: el ejercicio, mínimo 30 minutos, es importante, “pero no demasiado cerca de la hora de acostarse”. No es recomendable hacer ejercicio intenso cerca de la hora de acostarse debido a que puede elevar la temperatura corporal y estimular el sistema nervioso, lo que dificulta la conciliación del sueño.
- Relajarse antes de dormir: realizar actividades como leer, tomar un baño caliente o escuchar música tranquila son algunas prácticas que recomienda el experto en descanso.
“Las repercusiones de la falta de sueño pueden ser graves para la salud, ya que el sueño deficiente aumenta el riesgo de accidentes, deteriora la memoria y la concentración, debilita el sistema inmunológico y aumenta la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes y obesidad. Además, puede desencadenar problemas de ánimo y ansiedad,” enfatiza el doctor Rojas.