Las plantas son de los principales elementos de decoración en las viviendas, además de que son buenas para oxigenar el ambiente y limpiar el aire y, en muchos casos, para atraer buenas energías.
Sin embargo, los cuidados que se les brinden son clave, para evitar que se pongan amarillas o se sequen, pues con frecuencia se enfrentan a diversos factores por los cuales se estropean y pierden vitalidad y brillo. Cuando las hojas de una planta se pintan de amarillo, puede ser una señal de que se está aplicando riego en exceso y sus raíces se están pudriendo. También si la tierra está seca, se evidencia falta de agua.
Otras causas de que las plantas se sequen o se amarillen son la falta de nutrientes, plagas o enfermedades. De igual forma, puede darse por una iluminación inadecuada. De acuerdo con el portal unCOMO hay matas que no soportan la exposición directa al sol, porque los rayos solares queman sus hojas, mientras que otras requieren la luz para su supervivencia y también las hay que requieren estar en semisombra.
Cuando esta situación se presenta es posible recurrir a algunos ingredientes caseros con los que es posible recuperar las plantas. Uno de ellos es la harina de trigo. El portal El Mueble indica que este producto, que con frecuencia las personas consumen, le aporta a las plantas una gran cantidad de hierro, el cual puede agregarse poniendo esta harina en el sustrato.
De igual forma, les aporta calcio, un mineral capaz de mejorar la salud y el crecimiento de cualquier planta, hoja o tallo y es una importante fuente de magnesio, por lo que influye en los procesos metabólicos de la planta. Es decir, que ayuda y facilita la fotosíntesis y la absorción de nutrientes.
¿Cómo aprovechar los beneficios de la harina de trigo?
Para aprovechar las bondades que este ingrediente de cocina le brinda a las plantas, solo se tiene que hacer lo siguiente, de acuerdo con la mencionada fuente.
- En un recipiente grande se añade sustrato nuevo con la idea de trasplantar la mata.
- Se mezcla bien para que la harina se integre con la tierra, lo que le da a esta última una textura más esponjosa, que indica que la mezcla está perfecta.
- Se añade una segunda cucharada sopera de harina de trigo y se mezcla.
- Posteriormente, se añade la mezcla a la nueva maceta, junto a la planta.
Lo que se dice es que a partir de este momento, las raíces absorberán los nutrientes de la harina y se beneficiarán de sus propiedades.
Cuando hay plantas con hojas amarillas, pero no se quieren trasplantar, una de las recomendaciones es añadir la harina directamente a la tierra de la matera y se remueve bien. Nunca se debe dejar la harina encima sin mezclar. El secreto se encuentra en la correcta integración de la harina en la tierra. Se aconseja repetir este proceso una vez al mes con el fin de aprovechar todos sus beneficios.