En los jardines y huertos de muchas casas, los caracoles y babosas se convierten en plagas difíciles de controlar, especialmente en épocas de humedad. Estos invertebrados se alimentan de plantas, destruyendo flores y cultivos.
Si bien existen productos químicos para combatirlos, muchas personas buscan soluciones más naturales y seguras para sus hogares y jardines. Entre ellas, una especia común ha demostrado ser un excelente aliado: el ajo. Es conocido por sus múltiples beneficios para la salud y sus propiedades culinarias, pero también es un efectivo repelente solucionar el problema.
El compuesto que hace del ajo un poderoso aliado contra estos moluscos es la alicina, que se libera cuando los dientes de ajo se trituran o cortan. Esta sustancia tiene un fuerte olor y sabor que resulta desagradable para los caracoles y babosas, haciéndoles evitar las zonas donde está presente.
Para realizar este truco, puede preparar una infusión a base de esta especia. Basta con triturar varios dientes de ajo y mezclarlos con agua caliente. Deje reposar la mezcla durante unas horas, luego cuele el líquido y rocíelo en las áreas problemáticas, como el jardín o el exterior de la casa.
Además, también se pueden colocar trozos de este alimento directamente en las zonas donde se ha visto la presencia de estos animales, creando una barrera natural.
¿Por qué funciona tan bien?
Los estudios han demostrado que el ajo es altamente efectivo para repeler a caracoles y babosas debido a su composición química. La alicina y otros compuestos sulfurados presentes actúan como un tóxico para estos moluscos en concentraciones elevadas, lo que les provoca irritación y los obliga a alejarse de las zonas donde perciben su presencia.
A diferencia de otros métodos que pueden ser dañinos para el medio ambiente, como los pesticidas químicos, esta especia es biodegradable y no representa un riesgo para las plantas ni otros animales.
Otra ventaja es que es seguro para los humanos y las mascotas. Mientras que muchos productos comerciales pueden contener ingredientes tóxicos, el ajo puede aplicarse sin peligro en espacios donde los niños y otros animales jueguen. Esto lo convierte en una opción ideal para aquellos que desean mantener su hogar libre de plagas de forma natural y sin comprometer la seguridad de sus seres queridos.
Otros métodos naturales
Aunque el ajo es un remedio efectivo por sí solo, puede complementarse con otras especias y métodos naturales para aumentar su efectividad. El uso de cáscaras de huevo trituradas alrededor de las plantas es otro truco popular, ya que la textura afilada incomoda a los caracoles y babosas, dificultando su movilidad. De igual manera, la sal gruesa es un conocido repelente, aunque debe usarse con moderación para evitar dañar las plantas.
Otras especias como la pimienta de cayena o el café molido también han demostrado ser eficaces. La capsaicina, presente en la pimienta, es un irritante para los caracoles, mientras que la cafeína tiene efectos tóxicos sobre ellos. Estos métodos pueden utilizarse junto con el ajo para crear una defensa integral.
Sin embargo, es importante recordar que la prevención es clave. Mantener un jardín bien cuidado, sin exceso de humedad y con un buen drenaje, puede ayudar a reducir la presencia de estos invertebrados. Asimismo, retirar las hojas secas y otros restos de plantas, que sirven de refugio para caracoles y babosas, es fundamental para mantener el control.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.