En el vertiginoso ritmo de la vida moderna, encontrar maneras de mejorar la calidad del sueño se ha convertido en una prioridad para muchos. Entre las numerosas estrategias que prometen un descanso reparador, el Feng Shui emerge como una filosofía ancestral que sugiere que la disposición de nuestro entorno puede afectar profundamente nuestra energía y bienestar.

El Feng Shui: Más Allá de la Decoración

El Feng Shui, originario de la antigua China, es un sistema filosófico que busca armonizar la energía vital, o “qi”, en el entorno que nos rodea. Aunque comúnmente asociado con la disposición de muebles y objetos decorativos, el Feng Shui va más allá de la estética, penetrando en las capas más profundas de la conexión entre el ser humano y su entorno. En este contexto, la cama, el epicentro del descanso diario, se convierte en un punto crucial para aplicar estos principios.

Lograr una buena noche de descanso puede parecer una tarea insuperable. | Foto: Getty Images

La importancia de la cama en el Feng Shui

Según los expertos en Feng Shui, la cama es un componente clave para canalizar y conservar la energía positiva en el dormitorio. La forma en que se pone la cama puede influir directamente en la calidad de sueño y, por ende, en nuestra salud y bienestar general:

1. La orientación ideal de la cama

En el Feng Shui, la orientación de la cama es esencial para maximizar la energía positiva durante el sueño. Se recomienda que la cabecera de la cama esté orientada hacia el norte para alinearla con los campos magnéticos de la Tierra. Esta posición se considera propicia para un sueño profundo y restaurador, permitiendo que la energía fluya de manera armoniosa a través del cuerpo.

La orientación de la cama es crucial para maximizar la energía positiva en la habitación. | Foto: Getty Images

2. El poder de la cabecera

La cabecera de la cama juega un papel crucial en el Feng Shui. Se aconseja tener una cabecera sólida y resistente, preferiblemente de madera, para proporcionar estabilidad y apoyo. Evitar colocar la cama debajo de ventanas o en línea directa con la puerta es otra recomendación, ya que esto puede afectar la sensación de seguridad y protección durante el sueño.

3. Espacio alrededor de la cama

Crear un entorno armonioso alrededor de la cama es esencial para permitir que la energía fluya sin obstrucciones. El Feng Shui sugiere dejar espacio a ambos lados de la cama, permitiendo que la energía circule libremente y fomente un sueño tranquilo. Evitar el almacenamiento debajo de la cama también se considera beneficioso para permitir que la energía fluya sin obstáculos.

4. Selección de ropa de cama y colores

La elección de la ropa de cama y los colores también es un factor importante en el Feng Shui. Se sugiere optar por colores suaves y relajantes, como tonos de azul, verde o blanco, para crear un ambiente sereno y propicio para el descanso. La calidad de los materiales utilizados en la ropa de cama también se considera vital, ya que se cree que afecta la energía que nos rodea mientras dormimos.

El Feng Shui aboga por un entorno despejado y libre de desorden para facilitar el flujo ininterrumpido de energía positiva. | Foto: Getty Images

5. La importancia de la simetría

La simetría en el Feng Shui es un principio fundamental para equilibrar la energía en el dormitorio. Colocar mesitas de noche a ambos lados de la cama crea un equilibrio visual y simboliza la igualdad y la armonía en la relación. Además, se aconseja mantener objetos personales en pares para fortalecer la conexión y la energía positiva en la habitación.

6. Evitar espejos frente a la cama

En el Feng Shui, se desaconseja colocar espejos frente a la cama, ya que se cree que pueden perturbar la energía durante el sueño. Se considera que los espejos reflejan la energía y pueden causar interrupciones en el flujo armonioso de qi, lo que podría afectar la calidad del descanso.

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.