El uso de prendas blancas es muy tradicional. Este color se adapta fácilmente a todo tipo de ocasiones y situaciones, además de ser elegante y llamativo. Sin embargo, mantener su condición y el tono perfecto no es tarea fácil.
Con frecuencia esta ropa se vuelve amarillenta y coge otro tipo de tonos que no son para nada agradables y que cambian por completo su apariencia. Por ello, es importante tener cuidado no solo en su uso, sino también en la forma en que se lava para conservarla por más tiempo en una buena condición.
Para ello, además de usar productos comerciales especiales para el lavado de prendas blancas, es posible recurrir a algunos trucos caseros que ayudan en este propósito, sin dañar los materiales o tejidos de las piezas.
Uno de ellos se puede obtener elaborando una mezcla de zumo de limón y agua. El portal Mejor con Salud indica que al combinar los ácidos naturales del limón con el poder blanqueador de la sal, se obtiene una solución efectiva contra las antiestéticas manchas que suelen formarse en nuestras prendas blancas, entre otras, razones, debido al sudor.
Para aprovechar los beneficios de este truco natural se requiere de lo siguiente:
Ingredientes:
- Cinco tazas de agua (1.250 mililitros)
- El zumo de dos limones
- Media taza de sal (100 gramos)
Preparación:
- Primero, se pone a calentar el agua y, sin dejarla hervir, se agrega el zumo de los limones y la sal.
- Luego, se remueven los ingredientes para que se integren bien y se procede a utilizarlos.
- Se remoja la ropa blanca en la solución y se deja sumergida durante una hora, antes de enjuagarla.
- Posteriormente, se deja secar al aire libre, preferiblemente donde reciba los rayos del sol directos, pues esto también ayuda a aclararla.
Los beneficios del vinagre
Otra opción es el vinagre. El portal unCOMO indica que gracias a los componentes ácidos que contiene, este producto es bueno para desmanchar, desinfectar y arrancar la suciedad más difícil. Así, en el caso de la ropa blanca, es ideal para deshacerse de manchas amarillas.
Ingredientes:
- Una taza de vinagre (mejor si es blanco, pero puede ser de manzana o vino).
- Dos litros de agua.
- Una cucharada de detergente líquido.
Cómo se prepara:
- Se ponen los dos litros de agua en un recipiente y se agrega la taza de vinagre en conjunto a la cucharada de detergente. Se remueve bien para que se integre.
- Se sumerge la ropa o la zona de la prenda donde se presente la mancha y se deja reposar por toda una noche. Si la prenda es un poco delicada, mejor dejarla una hora y revisar su estado antes de que permanezca allí por más rato, pero como máximo se recomienda dejarla tres horas seguidas.
- Se saca la prenda de la mezcla y se lava directamente en la lavadora o a mano con agua fría.
- Se deja secar al aire libre y se repite el proceso si la mancha no ha salido por completo.