La sudoración puede causar estragos en la ropa de las personas, dejando manchas, mal olor y a veces un tono amarillento, lo que puede arruinar las prendas favoritas. Este problema afecta a más de uno y, en ocasiones, puede ser debido a la hiperhidrosis, una condición según los expertos de Mayo Clinic, caracterizada por una sudoración excesiva que no siempre está relacionada con el ejercicio o el clima.
La hiperhidrosis es una condición que ocurre cuando el cuerpo busca regular su temperatura o durante momentos de nerviosismo agudo, especialmente notorio en las palmas de las manos.
“La hiperhidrosis primaria se produce cuando las señales nerviosas defectuosas hacen que las glándulas sudoríparas ecrinas se vuelvan hiperactivas. Suele afectar las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas y, a veces, el rostro”, explican.
En este contexto, la sudoración puede afectar la rutina diaria, lo que podría requerir consultar a un médico para recibir el tratamiento adecuado. Sin embargo, en otras ocasiones, el sudor puede simplemente ser una respuesta a una ola de calor intensa en ese momento.
En cualquier caso, eliminar tanto los malos olores como las manchas causadas por el sudor, especialmente en la zona de las axilas, puede resultar difícil y generar incomodidad y falta de confianza en uno mismo. No obstante, existen trucos caseros y naturales que pueden ayudar a reducir la visibilidad de estas marcas sin dañar los tejidos de las prendas.
Para emplear este sencillo truco, solo necesitará dos cosas: jabón en escamas, un producto de limpieza ideal para lavar la ropa, compuesto por copos sólidos con ingredientes vegetales, y percarbonato de sodio, un quitamanchas eficaz que no contiene agentes tóxicos y ofrece una limpieza instantánea.
Caliente un poco de agua y sumerja la prenda que desea tratar. A continuación, añada una cucharada de jabón en escamas. En caso de no tener jabón en escamas, puede rallar un jabón en barra de su preferencia. Luego, agregue la misma cantidad de percarbonato de sodio.
Deje actuar durante 10 minutos, o más tiempo si lo considera necesario. Después, saque la prenda de la mezcla y frótela bien para remover las manchas con mayor facilidad. Luego, colóquela en la lavadora utilizando el ciclo normal que acostumbra.
Este método elimina la necesidad de usar blanqueador, un líquido abrasivo que, si no se utiliza correctamente, puede dañar la tela. También puede optar por el bicarbonato de sodio para dejar sus prendas como nuevas.