El crecimiento del cabello es un tema rodeado de muchos mitos y dudas. Para la mayoría de las mujeres, tener un cabello sano, fuerte y largo es una prioridad, pero ¿cuál es el secreto para lograrlo?

En primer lugar, es importante tener en cuenta que el cabello crece lentamente y que lograr un crecimiento significativo requiere tiempo y constancia. Además, la implementación de ciertos hábitos es fundamental para hacer que este proceso sea más efectivo. Esto incluye la elección de productos adecuados para el cuidado del pelo, mantener una rutina de cuidado capilar, ser consciente del uso de químicos y prestar atención a la forma en que lo lava.

Una de las cuestiones que suscita mayor interés entre las personas es si deben lavarse el cabello con agua fría o caliente. Aunque pueda parecer un detalle insignificante para algunos, la realidad es que la temperatura del agua utilizada para lavar el cabello tiene un impacto significativo no solo en su crecimiento, sino también en su salud general, reduciendo el frizz y aumentando su brillo.

Lavar el cabello con agua caliente no es recomendable. | Foto: Getty Images

Aunque el cambio de temperatura puede representar un desafío para algunas personas, dedicar un poco de esfuerzo puede garantizar resultados favorables en la búsqueda de una melena larga y abundante. Según varios expertos, el uso de agua fría puede acelerar el crecimiento del cabello al sellar las cutículas capilares, a la vez que aporta sedosidad, brillo y densidad al cabello.

Además de eso, existen otros trucos que pueden ser muy beneficiosos para la salud del pelo y que pueden conducir a resultados rápidos. Uno de ellos se relaciona con el cepillado regular, ya que esta práctica estimula la circulación en los folículos pilosos, lo que favorece su crecimiento. Se recomienda realizarlo al menos tres veces al día, utilizando un cepillo de cerdas suaves para evitar dañar la fibra capilar.

La aspitina le ofrece una serie de beneficios al cabello. | Foto: Guido Mieth

Igualmente, es importante optar por champús que sean naturales. Aunque en el mercado existen numerosas opciones que se adaptan a las necesidades de los usuarios, si ninguno de ellos parece funcionar, se puede recurrir a productos naturales disponibles en tiendas naturistas. Estos suelen estar libres de colorantes y químicos abrasivos.

Finalmente, es recomendable recortar las puntas regularmente para eliminar las partes dañadas y maltratadas. Esto se debe hacer cada 3 o 6 meses para fomentar un crecimiento rápido y saludable del cabello, al mismo tiempo que proporciona un aspecto más cuidado y pulido.