La manipulación de los alimentos y el estado en el que se consumen son dos factores que deben atenderse para evitar complicaciones estomacales. A la hora de preparar una ensalada, entre los productos naturales que más se utilizan se encuentra la lechuga, pues se trata de una hortaliza de hoja verde que se puede incluir en la alimentación diaria.

Sin embargo, como puede pasar con cualquier otro alimento, al provenir de la tierra, es necesario limpiar adecuadamente la lechuga, bajo la premisa de evitar los parásitos.

De acuerdo con los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades en Estados Unidos, los parásitos son organismos (bacterias) que se alojan como huéspedes en el organismo y pueden provocar complicaciones. Entonces, se debe prevenir tener parásitos para no tener enfermedades, primordialmente asociadas al aparato digestivo.

Los expertos norteamericanos especifican que tanto quienes viven en países desarrollados, como quienes no, no se salvan de padecer parásitos. Por lo tanto, se hace un llamado a realizar un correcto lavado de los alimentos como la lechuga.

Al provenir de la tierra, la lechuga está expuesta a bacterias. | Foto: Getty Images

¿Cómo lavar la lechuga?

Teniendo en cuenta recopilaciones de la Revista Mag, el paso a paso para lo que se considera como adecuado a la hora de lavar una lechuga y, por ende, evitar el contagio de parásitos es:

  1. Hacer una selección de la lechuga, de modo que hay que separar aquellas hojas marchitas, oxidadas o dañadas.
  1. En un plato o coca con agua fría, sumergir las hojas en buen estado durante varios minutos, ya que esto desprende la suciedad y las bacterias.
  1. Enseguida, agitar las hojas de manera suave para quitar la suciedad y las bacterias.
  1. Sacar las hojas y proceder a enjuagarlas bajo un chorro de agua. Con este segundo lavado se eliminan las impurezas en mayor medida.
  1. Por último, proceder a secar las hojas con una toalla limpia o centrifugador de ensaladas.

¿Cómo conservar la lechuga?

Aparte de cómo lavar la lechuga para evitar parásitos, otras de las cuestiones que más suelen hacerse las personas que cocinan o hasta ahora se están sumergiendo en el mundo de la culinaria en el hogar es la de cómo conservar por más tiempo la lechuga, ya que cabe decir que este alimento puede podrirse con el paso del tiempo.

La lechuga ofrece diversos beneficios al organismo. | Foto: Getty Images

De acuerdo con aportes de El Español, entre las recomendaciones más populares para prolongar la conservación de una lechuga figura la de mantener las hojas enteras. Asimismo, la manera como se corta esta verdura y se lava también se adhiere a la frescura.

Al crecer en el suelo, la lechuga no se salva de ser un foco de infecciones. Por lo tanto, es necesario mantener a esta hortaliza en la nevera, así los patógenos no se multiplican.

En la misma corriente de ideas, los seguidores de las tendencias culinarias comparten los siguientes ítems para conservar la lechuga y no fallar en el intento:

  • No congelar la lechuga, pues esto puede provocar que las hojas se agrieten y, además, se pierde la textura de este alimento.
  • Evitar poner la lechuga cerca de alimentos que se caracterizan por desprender gas etileno, algunos productos son: plátano, tomate o manzana.
  • No dejar las hojas de las lechugas en remojo constantes, lo que se aconseja es lavarlas y secarlas antes de consumirlas. El remojo solo debe ser por unos minutos, agrega El Español.
  • Arrancar las hojas de la lechuga conforme se vayan necesitando. Esto funciona para que no se deteriore rápidamente y mucho menos se oxide.
  • A la hora de ir a la tienda o cualquier establecimiento, adquirir lechugas verdes y frescas, es decir, evitar que estén marchitas y entre más verdes mucho mejor.
Se recomienda elegir las lechugas con las hojas más verdes. | Foto: Jonathan Kirn