Uno de los electrodomésticos más utilizados en la cocina es la estufa, pero también es el lugar donde más mugre y grasa se acumulan debido al uso constante en la preparación de alimentos. Los expertos aconsejan la limpieza regular de la estufa, con el fin de evitar manchas y un cúmulo de aceites, representando un posible peligro, ya que estos son inflamables.
En ocasiones, estas marcas de suciedad pueden volverse difíciles de eliminar por el tiempo que puede permanecer en el objeto. Por fortuna, existen miles de opciones en el comercio con químicos, pero pueden resultar costosas y representar un peligro para la salud de las personas que viven en el sitio.
A lo anterior se suman algunas técnicas de limpieza que podrían servir en la eliminación de esas manchas difíciles que, en ocasiones, llevan mucho tiempo. La plataforma Heraldo USA recomendó un truco fácil y sencillo con la mezcla de algunos ingredientes caseros para lograr el objetivo deseado, así como protege las manos de resequedad y daños visibles.
¿Cómo eliminar las manchas quemadas de la estufa?
La mezcla incluye ingredientes que se encuentran en la cocina, como 3 cucharadas de bicarbonato de sodio, dos limones, 4 cucharadas de jabón líquido de la preferencia de cada uno, 5 cucharadas de vinagre blanco o de alcohol, 4 tazas de agua caliente y 4 tazas más con agua a temperatura ambiente.
En un recipiente, agregar el agua seguida de las 3 cucharadas de bicarbonato de sodio y los zumos de dos limones para causar una reacción química, que no representa ningún riesgo para la salud. Una vez la mezcla haya reaccionado, agregar jabón líquido y vinagre blanco o alcohol; luego se deben revolver todos los ingredientes, hasta que quede una mezcla homogénea.
Cuando la preparación esté lista para usar, se deben sumergir los quemadores hasta que queden completamente cubiertos; de hecho, puede ser usado en cualquier parte de la estufa que tenga grasa o que esté comenzando a oxidarse, ya que también ayuda a eliminar el óxido. Esta mezcla debe dejarse actuar por 15 minutos.
Pasado el tiempo y antes de que el agua se enfríe, hay que lavar los quemadores con una esponja o con fibra, para “retirar todos los depósitos de grasa, cochambre, óxido y suciedad que puedan tener adheridos desde hace tiempo”. Finalmente, enjuagar ligeramente la mezcla y dejar en un espacio para que seque o, por el contrario, se pueden limpiar con un paño.