La Santísima Trinidad se conoce como el dogma fundamental de la fe católica basado en el misterio de un solo Dios en tres personas distintas: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, los cuales subsisten en una misma y única naturaleza.
Se dice que el Padre y el Hijo se encuentran en el cielo, mientras que el Espíritu Santo está presente en el corazón de todas las personas, siendo esa fuerza que impulsa para seguir adelante. Hay diversas formas de comunicarse con la Santísima Trinidad, ya sea con el fin de agradecer por los favores recibidos o de pedir por aquellos que las personas necesitan.
Esta oración se puede realizar para superar casos difíciles, de acuerdo con el portal Santas Oraciones.
Oración a la Santísima Trinidad para casos difíciles y urgentes
Santísima Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo, tú que estás en el principio y en el fin de nuestra vida, siempre delante de nosotros, en esta ocasión me acercó a ti, bendita y alabada Santísima Trinidad, para poder acercarme a tu gloria y honor por toda la eternidad, siempre teniéndote dentro de mi corazón, siendo siempre fiel y devoto a ti.
En esta ocasión acudo ante ti para pedirte que me puedas ayudar a estar libre de todo mal, así como para ayudarme a estar lejos de todos los peligros y adversidades, te ruego que me puedas ayudar en todas mis necesidades, dándome de tu favor.
Padre del Cielo, Jesucristo y Espíritu Santo, les suplico gracias a la intercesión de la Santísima Virgen María, que me den su ayuda y protección, para que estén presentes en todos los aspectos de mi vida.
Gloria a Ti, Dios Padre, fuente de bondad por toda la eternidad y de sabiduría, pues de ti procede toda la vida y todo el amor que hay en nuestras vidas. Te ruego que puedas hacer que todo momento obre con rectitud y prudencia, ayudándonos a gozar de los bienes y del consuelo que envías en nuestra dirección. Acuérdate de mí, tu hijo, apiadate de todos mis padecimientos, de todas las necesidades que tengo y te ruego que me des tu ayuda en esta complicada situación en la que me encuentro.
(Se pide con mucha fuerza todo lo que se desea conseguir)
Gracias, Padre misericordioso, tú que estás ahí para mí en todo momento.
Gloria a Dios Padre, nuestro Padre Celestial que tiene un corazón sagrado, que se encuentra dentro de mi corazón, enseñándome el camino que tengo que seguir para poder ser fiel a sus virtudes, por darme la fuerza que necesito y la constancia para que pueda cumplir mis metas siguiendo sus enseñanzas. Te ruego que me ayudes a practicar más obras de caridad, que no me abandones en mis luchas diarias.
Santísima Trinidad, te ruego que me libres de los lazos que me unen a mis enemigos, que me protejas y me alejes de todas las adversidades que me afecten, que me puedas conceder de tu milagrosa ayuda para poder superar mis problemas (repetir aquí la petición que se tiene con mucha fe).
Gracias, mi Señor, por siempre estar a mi lado, sobre todo en los momentos de angustia y desesperanza.
Gloría a ti, Espíritu Padre, por toda la claridad con la que has iluminado mi vida, pues Tú eres el gozo, la alegría y el gozo de toda la creación. Haz que siempre sea así, que siempre sea dócil a tus inspiraciones divinas que me dan paz, te ruego que me ayudes en estos momentos de carencias y problemas, te ruego que me concedas de tu ayuda para pueda tener lo que me falta en estos momentos.
Gracias, Espíritu Santo de Amor, por ayudarme en estos momentos tan complicados, por ser la luz de mi vida en estos momentos de oscuridad.
Madre, Señora de los cielos y de la tierra, Tú que estás tan cerca de la Santísima Trinidad, te pido que ruegues por mí y por mis problemas. Te ruego que seas mi abogada y que abogues para que mi suplica pueda ser atendida. Haz que el milagro que tanto necesito esté en mi vida.
Gracias, cariñosa Madre, Virgen María, por siempre ser tan comprensiva y por atender las demandas y los llamados de todos los que te necesitamos.
Divina Trinidad, Dios Padre, Dios Hijo y Espíritu Santo, te ruego que me concedas de tu bondad y clemencia, para que puedas darme solución a mis angustias y tristezas.
Padre, Hijo y Espíritu Santo, te adoro y siempre te he entregado todo mi ser. Te ruego que no me abandones, que me brindes de tu divina voluntad en estos tiempos de complicaciones.
Gloria al Padre, Gloria al Hijo y Gloria al Espíritu Santo, ahora y siempre.
Que así sea.