En respuesta a los desafíos ambientales actuales, los hogares eco-amigables están marcando la pauta al incorporar prácticas y tecnologías que buscan reducir significativamente su huella ecológica. Entre las numerosas opciones para impulsar la sostenibilidad, la energía fotovoltaica (energía solar) destaca como una alternativa eficiente y prometedora.
Por cada kilovatio instalado, se evitan aproximadamente 13 toneladas de CO2, el consumo de 1,207 cilindros de gas, 68 barriles de petróleo, 3,248 galones de gasolina y la preservación de 9.7 hectáreas de bosque, así como la reducción de 11 toneladas de basura, de acuerdo con Ziklo Solar, empresa de energía solar en Colombia. Además, la instalación de sistemas fotovoltaicos puede generar un ahorro de hasta el 100 % en la factura de energía, asegura.
Tomás Vélez, fundador de Ziklo Solar, destaca que la instalación de sistemas fotovoltaicos no solo reduce la demanda de electricidad de fuentes convencionales, sino que también permite generar excedentes que pueden devolverse a la red eléctrica.
“De acuerdo con la resolución CREG 174 de 2021 y CREG 135 de 2021, para que aquellos que generan electricidad para consumo propio puedan conectarse a la red pública y comercializar los excedentes, permitiendo una participación activa en la generación de energía sostenible. Esto no solo proporciona beneficios económicos a los propietarios de viviendas, sino que también fortalece la infraestructura eléctrica global, promoviendo la transición hacia un sistema más descentralizado y resiliente”, asegura.
Sin embargo, surge la pregunta de muchos propietarios sobre la idoneidad de sus techos para la instalación de paneles solares. Por eso, Vélez explica los tipos de cubiertas en los que se pueden instalar paneles solares:
- Teja standing seam: Estas estructuras están compuestas por grandes piezas de metal que se ensamblan y forman una cubierta o techo. De acuerdo con el experto, estas uniones permiten colocar los sistemas de fijación para los paneles, lo que evita la perforación de la lámina. “La inclinación de estas estructuras es de al menos 10°, lo que contribuye a tener un ángulo óptimo para recibir más energía del sol”, asegura.
- Teja de barro: Los sistemas fotovoltaicos son muy comunes en este tipo de cubierta. “Los soportes se integran al techo fácilmente y su ángulo de inclinación, mayor al 25 %, mejora el rendimiento del sistema”, explica.
- Teja trapezoidal: Una cubierta, con teja trapezoidal, está elaborada de acero y es fabricada con tecnología para garantizar su durabilidad y resistencia. Al ser de este material, permite a los paneles solares ajustarse, pero sin dañar la estructura.
- Superboard: A pesar de ser placas de cemento muy resistentes al exterior, “se debe contar con una estructura especial para darle la estabilidad y seguridad a estos sistemas de energía solar”, indica.
- Losa: Una estructura plana hecha de hormigón ubicada en el piso más alto de la edificación resiste este sistema, asegura el experto, pero resalta que se debe adaptar con una estructura para asegurar la inclinación necesaria.
- Suelo: Dependiendo del lugar donde se vaya a instalar los paneles, señala que se puede disponer de estructuras en el suelo para aprovechar el espacio libre, especialmente en grandes extensiones de tierra.
El experto subraya que la eficiencia de los sistemas se maximiza considerando la inclinación de la superficie, las condiciones climáticas y la exposición solar diaria.