El apio es uno de los vegetales más versátiles en la cocina. Se usa para preparar ensaladas, para agregar a las sopas y guisos e incluso para hacer jugos, ya sean solo con este ingrediente o añadiendo otros productos. Se dice que es un alimento fuente de vitamina C y compuestos antioxidantes, que previenen el envejecimiento prematuro y el desarrollo de algunas enfermedades crónicas.
El portal de salud Healthline asegura que por su riqueza en antioxidantes ayuda a proteger las células, los vasos sanguíneos y diferentes órganos del cuerpo del daño oxidativo, que en muchas ocasiones deriva en afecciones de salud.
Por ser fuente de vitaminas y minerales, al apio se le asocia con el buen funcionamiento del sistema digestivo y cardiovascular, por ejemplo, y una de las formas en las que se usa en la cultura popular es en agua, una bebida que puede consumirse en cualquier momento del día, pero es recomendable hacerlo en la mañana.
De igual forma, una de las bondades que se le atribuyen a esta planta es que ayuda en los procesos de adelgazamiento. Esto se debe, según el portal de estilo de vida unCOMO, a que es un vegetal que está compuesto en un 95 % de fibra y agua.
A ello se suma que tiene un efecto saciante por lo que reduce la ansiedad por comer a cualquier hora. Para cumplir con el propósito de bajar de peso, este sitio recomienda consumir una taza en ayunas y antes de cada comida, todo en el marco de un estilo de vida saludable.
Control del colesterol
De otra parte, el portal de bienestar y salud Tua Saúde asegura que este vegetal es una buena opción para ayudar a controlar los niveles de colesterol en la sangre, gracias a que contiene saponinas y antioxidantes, componentes que ayudarían a disminuir el colesterol “malo”, evitando el desarrollo de aterosclerosis, que es la acumulación de placas de grasa en las paredes de las arterias.
También en la cultura popular se dice que es una planta rica en potasio y posee una acción diurética, por lo que su ingesta regular ayuda a que los vasos sanguíneos se relajen, que haya una mejoría de la circulación sanguínea, lo que se traduce en una regulación de la presión arterial.
Así mismo, las personas consumen agua de apio para hacerle frente al envejecimiento prematuro: esto se debe a que posee una gran cantidad de antioxidantes que aminoran los efectos de los radicales libres. Su ingesta en ayunas será un gran aliado para ayudar a prevenir y a reducir los síntomas de enfermedades del sistema inmune, como es el caso de la artritis reumatoide.
También hay quienes aseguran que gracias a sus efectos sedantes tonifica el sistema nervioso, por lo que tomarse una taza de agua de apio antes de acostarse puede ayudar a conciliar el sueño y tener un descanso reparador.
¿Cómo preparar el agua de apio?
Se puede utilizar un litro de agua y un tallo grande de apio o varios pequeños. Se lava y se corta en trozos y se pone a hervir el agua. Cuando llegue a punto de ebullición se adiciona el apio y se deja hervir por cinco minutos más. Una vez transcurrido este tiempo, se apaga el fuego y se dejan reposar los tallos en el agua por un tiempo prudencial.
Cuando el agua alcance temperatura ambiente, se cuela el líquido y ya estará listo para consumir. Dependiendo de las necesidades, se puede beber varias veces al día, pero tampoco se debe exceder y se deben tener en cuenta algunas contraindicaciones como, por ejemplo, que no debe consumirse en caso de afecciones renales agudas, durante el embarazo o si se padecen trastornos como cistitis.