Uno de los términos que ha ganado popularidad en los últimos tiempos es la cristaloterapia o terapia con cristales, también conocida como gemoterapia o litoterapia, una técnica pseudocientífica dentro de la medicina alternativa que emplea piedras semipreciosas y cristales como cuarzo, amatista, ópalo y otros similares.
La pirita es una de las gemas que más se ha dado a conocer por los poderes que tiene, pese a que no existan bases científicas que sustenten dicha afirmación. También, este mineral, conocido como “el oro de los tontos” porque tiene similitudes con el metal precioso, se destaca por su capacidad para mantener el equilibrio y la espiritualidad, así como potenciar la energía vital.
Se trata de un mineral de hierro y azufre que puede hallarse en distintos lugares del mundo, como España, Perú, México y Estados Unidos. Su color dorado y metálico le dan un brillo muy característico, sin contar las propiedades energéticas que posee de atraer lo positivo y repeler las vibras negativas.
¿Cómo usar la piedra de pirita?
La forma más común en que las personas hacen uso de este tipo de piedras es llevándolas en joyas (collares, pulseras o anillos), siendo no solo un aliado energético, sino además un buen adorno. Otra alternativa es en el hogar o en la oficina; una pirita en el escritorio ayuda a crear un ambiente armonioso y estimulante, libre de energías negativas.
A su vez, este mineral se puede utilizar en prácticas espirituales, de meditación y yoga, sosteniendo el amuleto hecho a base de esta piedra, en las manos o sobre el cuerpo durante el proceso de relajación. Este proceso contribuirá a mejorar la conexión con la energía interna y estar en calma y equilibrio.
“Para activar las propiedades de la pirita hay que alcanzar un proceso de conexión consciente. Con una limpieza energética antes de utilizar la pirita, se podrán eliminar las energías negativas que rodean a la piedra. La manera más sencilla de hacerlo es sumergirla en agua salada durante toda la noche”, reseña el portal Clarín.