La sartén es un utensilio de la cocina muy utilizado, pues en este se pueden preparar varios alimentos; a la hora de limpiarla se pueden cometer varias equivocaciones, como echarle agua fría para enfriarla rápidamente, pero lo anterior puede afectar su vida útil y puede tener riesgos significativos.
El primer riesgo es el del choque térmico. Es decir, se genera un cambio brusco de temperatura y el material de la sartén puede tener tensiones, pues cuando la sartén está caliente expande su estructura y con el agua fría cambiaría rápidamente de estado, lo que afecta su estado.
Otro riesgo es el de la seguridad personal, ya que cuando a una sartén caliente se le echa agua fría, se presentan salpicaduras que pueden generar quemaduras en la piel y requerir atención médica.
Entre tanto, otro riesgo es que con las salpicaduras el agua se evapore, pero queden restos de grasa y aceite que si llegan a entrar en contacto con calor, pueden ocasionar un incendio repentino.
Por ello, lo ideal es dejar enfriar la sartén al natural y se debe esperar un par de horas después de que se cocine para que la temperatura ambiente logré enfriarlo, y así se prevengan daños personales y en el utensilio.
¿Cómo limpiar una sartén quemada con bicarbonato de sodio?
1. Vinagre blanco y bicarbonato de sodio: El vinagre y el bicarbonato son conocidos por ser agentes limpiadores, y para obtener los beneficios se necesitan media taza de vinagre blanco, una taza de agua y dos cucharadas de bicarbonato de sodio.
Después, hay que verter el vinagre y el agua sobre el sartén, y poner a hervir. Enseguida se retira la sartén del fuego, se añade el bicarbonato y se generará una efervescencia la cual hará que la quemadura se despegue. Posteriormente, con una esponja se frota suavemente la sartén para retirar los excesos.
2. Bicarbonato de sodio y limón: Esta mezcla es muy conocida por ser un limpiador natural y eficaz, y se necesitan dos cucharadas de bicarbonato de sodio y medio limón.
Después, se distribuye el bicarbonato en la sartén. Enseguida, se frota el limón. Por último, con una esponja, se restriega hasta conseguir un aspecto brillante. Sin embargo, si las manchas no desaparecen, se puede calentar el utensilio y añadir un poco de vinagre para completar el proceso de limpieza.
Finalmente, hay que tener presente que se le debe realizar mantenimiento regular a las sartenes, pues de esta forma se prolonga su vida útil y se garantiza que la comida se cocine adecuadamente.