Lavar las frutas y verduras, como los aguacates, es muy importante por varios motivos. Entre ellos, se encuentra la eliminación de productos químicos que pueden quedar en su superficie. Adicionalmente, esta acción permite remover suciedad y bacterias y prevenir enfermedades, como la salmonela.
Estos son los beneficios explicados con más detalles:
Eliminación de pesticidas y productos químicos: en el cultivo de frutas es común el uso de pesticidas y fertilizantes químicos que pueden quedar en la superficie. Aunque no consuma la cáscara, al manipularla sin lavar, puede transferir estos productos a la pulpa al cortar o pelar.
Remoción de suciedad y bacterias: las frutas pasan por varias manos y ambientes antes de llegar a su casa. Pueden haber sido expuestas a tierra, polvo y microorganismos en el transporte o almacenamiento, lo que puede causar contaminación si no se limpian adecuadamente.
Prevención de enfermedades: lavar las frutas reduce el riesgo de ingerir patógenos que pueden causar enfermedades transmitidas por alimentos, como la salmonela o la E. coli, que pueden estar presentes en la cáscara.
Otros beneficios de lavar las frutas y verduras
Prevención de contaminantes cruzados: al manipular productos no lavados, es posible transferir bacterias o residuos a utensilios de cocina, superficies o a otras frutas y verduras. Lavarlas reduce este riesgo.
Conservación de frescura: en algunos casos, lavar las frutas y verduras con agua fría puede ayudar a eliminar residuos que aceleran la descomposición, manteniéndolas frescas por más tiempo.
Mejora del sabor y apariencia: al lavar frutas y verduras, se eliminan residuos que pueden alterar su sabor o hacerlas menos apetecibles visualmente.
Trucos para prevenir que el aguacate se dañe rápido
Guardar con la semilla: si solo usa la mitad del aguacate, deje la semilla en la parte que no consumió. La semilla ayuda a reducir la oxidación y retrasa el proceso de descomposición de la pulpa.
Envuelva el aguacate con papel transparente: si ya lo ha cortado, cubra bien la parte expuesta con papel transparente, asegurándose de que quede lo más hermético posible. Esto evitará que el aire lo oxide y se ponga marrón rápidamente.
Agregue jugo de limón o vinagre: rocíe un poco de jugo de limón o vinagre en la parte expuesta del aguacate. El ácido del limón o vinagre actúa como antioxidante y ralentiza el proceso de oxidación.
Guárdelo en un recipiente hermético: si ya está partido, coloque el aguacate en un recipiente hermético o una bolsa con cierre, retirando la mayor cantidad de aire posible. Esto reducirá su contacto con el oxígeno, manteniéndolo fresco por más tiempo.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.