Con frecuencia se escucha hablar de los años bisiestos y normalmente se genera la duda de por qué ocurren y cada cuánto se presentan. Lo que se dice es que bisiesto es un término asignado a un año que incorpora un día adicional en el mes de febrero, que es el más corto del año.

Este ajuste se realiza para alinear el año cronológico con el solar. Normalmente, un año cuenta con 365 días, pero los años bisiestos tienen un total de 366.

La razón detrás de la ocurrencia de este fenómeno se sustenta en la duración del tiempo que tarda la Tierra en completar una órbita alrededor del Sol. Contrario a lo que normalmente se cree, la Tierra no tarda exactamente 365 días en este proceso, sino que lo hace cada 365 días, 5 horas, 46 minutos y 48 segundos.

De esta forma, dado que no es posible igualar esos números a días enteros, esas horas de más no se contabilizan, pero sí se acumulan, por lo que cada cuatro años se suma un día al calendario, lo que se hace en el mes más corto del año.

De no hacer esta modificación, el calendario gregoriano, que rige al mundo actualmente, podría presentar desfases de hasta tres días cada 12 años, generando alteraciones incluso relacionados con el comienzo de las estaciones, dice una publicación del diario El Confidencial.

Cada cuatro años se suma un día al calendario y esto se hace en febrero. | Foto: Getty Images

Actualmente, un año es bisiesto si es divisible entre cuatro y viene desde la época del papa Gregorio XIII. Esta reforma llevó a la adopción del mencionado calendario gregoriano, que habla de años seculares y no seculares, siendo los primeros múltiplos de cuatro y los segundos, de 400.

De esta manera, se eliminan como bisiestos tres de cada cuatro años seculares, explica National Geographic. Es decir, los años 1800 y 1900, pese a ser divisibles por cuatro, no lo son por 400, y no fueron considerados como bisiestos, lo que sí ocurrió con el año 2000, puesto que se podía dividir por 400 y por cuatro.

Así las cosas, los próximos años bisiestos serán en 2028, 2032, 2036. Se dice que estos ajustes en un día más en el calendario no son suficientes para cuadrar el tiempo, pues a pesar de que se agrega un día cada cuatro años, todavía se produce una ligera discrepancia de aproximadamente 46 minutos entre los años del calendario y los solares. Esta diferencia acumulada lleva a ajustes adicionales cada cierto número de años.

La declaratoria de año bisiesto tiene una buena explicación. | Foto: Getty Images