Mantener los alimentos en buen estado no siempre es tarea fácil. Para conservarlos en una condición saludable, lo mejor en mantenerlos congelados a temperaturas adecuadas para de esa forma evitar o desacelerar la proliferación de bacterias.
La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) brinda algunos consejos con el fin de prevenir la descomposición de los productos y de esta manera evitar el desarrollo de afecciones que puedan presentarse por esta circunstancia.
Es clave, por ejemplo, colocar los alimentos que requieren refrigeración en la nevera tan pronto como se llegue a casa. Se debe evitar que carne, pollo, mariscos y otros alimentos que requieran de frío permanezcan a temperatura ambiente por más de dos horas. Además, al almacenar alimentos, no se debe llenar el refrigerador o congelador tanto porque no puede circular el aire.
También es importante mantener la temperatura del refrigerador en el nivel adecuado. Por ejemplo, 4°C o menos. Por su parte, la del congelador debe ser 0° F (-18° C). Es clave verificar periódicamente las temperaturas. También es bueno validar las etiquetas para conocer las condiciones de refrigeración, pues hay muchos otros alimentos, aparte de las carnes, vegetales y productos lácteos, que deben mantenerse fríos. Cuando no se refrigera adecuadamente un alimento, normalmente es mejor desecharlo.
Importancia de la temperatura ambiente
Sin embargo, y a pesar de que la refrigeración es una de las formas más válidas para preservar la condición saludable de los alimentos, hay algunos de ellos que no deben meterse a la nevera porque se corre el riesgo de que se pudran más rápido que si se mantienen a temperatura ambiente.
Esto sucede, por ejemplo, con frutas como la naranja, el limón, y la mandarina, que se pudren con la humedad de la nevera y por ello lo mejor es mantenerlas fuera del refrigerador.
De otro lado, el portal Cuerpo Mente indica que muchas frutas y hortalizas contienen y liberan mucho etileno, un gas que las hace madurar. Si se almacenan ese tipo de frutas y hortalizas junto con otras que lo absorben fácilmente, estas últimas madurarán más rápido de lo habitual y se podrirán o dañarán en poco tiempo.
Hay alimentos que también se dañan más rápido en la nevera porque no se sacan de las bolsas en las que vienen empacados, lo que hace que se acumule humedad, estropeándolos.
¿Qué hacer para que los alimentos duren más en la nevera?
Además de controlar los niveles de temperatura, como ya se indicó, es determinante tener claro en qué parte de la nevera se ubica cada uno de los productos. Así las cosas, en la zona más fría se deben poner el pescado y la carne.
En los cajones, lo recomendable es ubicar las frutas y las verduras, cuya temperatura de conservación no debe bajar de 0 grados. En la parte media, que suele tener una temperatura de cuatro o cinco grados, van los alimentos que requieren menos frío, como los lácteos. Los productos envasados se pueden poner en las puertas que es un área menos fría.
También es importante revisar cuál debe ser el tiempo de conservación de cada producto y evitar exceder esos plazos para que no se dañen. Por último, conservar la nevera limpia y libre de posibles agentes que puedan contaminar los alimentos y causar afecciones de salud.