Las canas siempre se han asociado con el envejecimiento, ya que con el tiempo el cuerpo reduce la producción de melanina, lo que resulta en la pérdida del tono natural del cabello y la aparición de pelos grises o blancos. Sin embargo, otros factores, como el estrés y la deficiencia de nutrientes y vitaminas como el hierro, el cobre y el zinc, pueden acelerar este proceso.
Expertos en el tema también señalan que algunas enfermedades, como la anemia o el hipotiroidismo, pueden contribuir a la pérdida de pigmentación al provocar un déficit de vitamina B12. Además, ciertos medicamentos pueden estar involucrados en este proceso.
Además de las causas mencionadas, la falta de cuidado capilar adecuado, incluyendo la falta de higiene, el lavado con agua excesivamente caliente, el uso frecuente de tratamientos químicos y la exposición prolongada a aparatos eléctricos como planchas y secadores, puede afectar el tono natural del cabello.
Si bien algunas personas aceptan con agrado la aparición de canas, muchas otras no las ven de manera favorable y optan por tratamientos para oscurecerlas o eliminarlas por completo. Sin embargo, más allá de estas opciones, algunas personas consideran la práctica de arrancar los mechones de cabello como una solución más sencilla. ¿Pero qué tan saludable es este método?
¿Qué pasa si se arranca las canas?
Existe un mito que sugiere que arrancarse las canas puede provocar que crezcan aún más. No obstante, esto no es cierto, dado que al sacar un cabello, el folículo piloso simplemente genera uno nuevo, que no necesariamente será de color claro o gris.
Según algunos expertos, arrancar las canas puede causar daños en la salud capilar, como irritación en la zona y un crecimiento más grueso del cabello, alterando su crecimiento natural.
Siguiendo esta línea, según El Heraldo, esta práctica también puede conducir a una infección conocida como tricorrexis nudosa, la cual debilita el tallo del cabello y genera nudos, haciendo que el cabello se rompa fácilmente bajo estrés o exposición a productos químicos.
“En esta condición desparecen las células cuticulares. Esto deja descubiertas las células de la corteza, que sufren una separación y se deshilachan. A consecuencia de esto el cabello se engruesa y se fractura, dejando el pelo con un aspecto de pincel”, afirma Capiclinic.