El reloj es uno de los accesorios de mayor uso tanto en hombres como mujeres. Es un elemento que brinda muchos beneficios, pues le permite a sus usuarios mantenerse al tanto del paso del tiempo, ser puntual y lucir una pieza que puede hacer parte importante del vestuario.
El origen del reloj de pulsera se remonta al año 1812 de la mano de Abraham Louis Breguet, precisa el Diario OK. Desde ese momento, se ha evolucionado no solo en el uso, sino en el tipo de reloj y marcas, hasta llegar a lo que hoy se conoce.
Una de las preguntas que surgen es en qué mano debería llevarse y si bien no existe ningún tipo de norma social con respecto a este tema, lo cierto es que la mayoría de personas lo usan en la muñeca izquierda.
Esto está muy relacionado con que la mayor parte de la población es diestra. De manera tradicional el reloj se ha colocado en la mano contraria a la dominante. Así, mientras que los diestros lo llevan en la muñeca izquierda, es muy probable que los zurdos hagan uso de este accesorio en el brazo derecho.
Cuestión de practicidad
Las razones para que el reloj se ponga en la mano contraria son eminentemente prácticas. En primer lugar, hay que tener en cuenta que ello permite que a nivel funcional, lo que las personas hacen con la mano dominante no resulte afectado.
Adicionalmente, colocarse el reloj en la muñeca contraría a la “mano útil” es una forma de proteger este objeto de posibles golpes, tropezones y rayones, entre otras afectaciones.
Otro aspecto a tener en cuenta, es que los relojes en sus inicios no eran automáticos y el usuario debía darles cuerda varias veces al día, lo que suponía que hacerlo con la mano izquierda siendo diestro no era un proceso fácil.
A esto se suma que para realizar acciones con la mano dominante y si se requiere mirar el reloj podría tener consecuencias en determinados contextos, como ocurre en el ámbito en que se originaron los primeros relojes masculinos: la aviación.
Cómo cuidar el reloj
Cuidar el reloj es clave para siempre tenerlo a disposición y en buen estado. Los expertos de la Relojería Ginebra, en su página web, hacen algunas recomendaciones.
- No dormir con este accesorio. Un golpe inoportuno puede presentarse en cualquier momento y dañarlo.
- Evitar todo contacto con productos químicos, incluyendo perfumes o cosméticos que pueden averiar la junta hermética o decolorar el reloj.
- Alejar el reloj de los campos magnéticos.
- Es recomendable no nadar en el mar con el reloj. La sal reduce el hermetismo al igual que el brillo y afecta las pulseras en cuero. Si la persona olvida quitárselo, lo aconsejable es enjuagarlo con agua tibia al salir del mar.