Dormir con una cebolla en la habitación es una práctica que ha sido mencionada en diversas culturas y tradiciones populares a lo largo del tiempo. Aunque la evidencia científica que respalde muchos de los beneficios atribuidos a esta práctica es limitada, hay varias teorías y testimonios anecdóticos que sugieren posibles ventajas para la salud.
1. Mejora de la calidad del aire
Una de las razones más comunes para colocarla en la habitación es la creencia de que puede purificar el aire. Las cebollas contienen compuestos sulfurados que tienen propiedades antibacterianas y antifúngicas. Se cree que estos compuestos pueden ayudar a eliminar bacterias y otros patógenos del aire, mejorando así la calidad del aire en la habitación.
La calidad del aire es crucial para la salud, especialmente durante el sueño. Un aire más limpio puede reducir la incidencia de problemas respiratorios y alergias, lo que a su vez puede mejorar la calidad del sueño. Aunque no hay estudios específicos que demuestren que las cebollas pueden purificar el aire de manera efectiva, la teoría se basa en el conocimiento de los compuestos que estas contienen.
2. Alivio de los síntomas de resfriado y gripe
Otra creencia popular es que estos productos pueden ayudar a aliviar los síntomas del resfriado y la gripe. Se dice que dejar una cebolla cortada en la habitación durante la noche puede ayudar a reducir la congestión nasal y aliviar la tos. Esta creencia tiene sus raíces en la práctica de la medicina tradicional y los remedios caseros.
Los compuestos volátiles, como los sulfuros de alilo, se liberan al aire cuando el vegetal se corta. Estos compuestos tienen propiedades antimicrobianas y pueden ayudar a combatir las infecciones respiratorias. Además, la inhalación de estos compuestos podría tener un efecto descongestionante, facilitando la respiración durante la noche.
3. Propiedades antiinflamatorias
Contienen antioxidantes y compuestos antiinflamatorios, como la quercetina. Aunque no hay pruebas concluyentes de que colocarla en la habitación pueda transferir estos beneficios directamente a través de la inhalación, es posible que la liberación de compuestos volátiles tenga algún efecto positivo en reducir la inflamación de las vías respiratorias, lo cual es especialmente beneficioso para personas con asma o alergias.
4. Efecto calmante y relajante
El aroma de la cebolla, aunque puede no ser del agrado de todos, puede tener un efecto calmante para algunas personas. En aromaterapia, ciertos olores se utilizan para inducir la relajación y mejorar la calidad del sueño. Aunque no se suele considerar la cebolla en estos contextos, es posible que su aroma tenga un efecto tranquilizador en algunas personas, ayudando a reducir el estrés y la ansiedad antes de dormir.
5. Mejora del sistema inmunológico
Se ha sugerido que los compuestos presentes en el alimento pueden fortalecer el sistema inmunológico. La cebolla es rica en vitamina C y otros antioxidantes que ayudan a combatir los radicales libres en el cuerpo. Aunque estos beneficios se obtienen principalmente a través del consumo directo de cebolla, la inhalación de sus compuestos volátiles podría tener un efecto indirecto en la mejora de la respuesta inmunológica del cuerpo.
6. Prevención de infecciones
La cebolla tiene propiedades antibacterianas y antivirales que pueden ayudar a prevenir infecciones. Ubicarla en la habitación podría, en teoría, actuar como una barrera contra ciertos patógenos, aunque es importante destacar que esto no debe sustituir otras prácticas higiénicas más efectivas, como el lavado de manos y la desinfección regular de superficies.
7. Reducción de malos olores
A pesar de que las cebollas tienen un olor fuerte, algunas personas creen que pueden ayudar a neutralizar otros malos olores en el ambiente. Esto se debe a que los compuestos sulfurados pueden reaccionar con otras moléculas en el aire, reduciendo su intensidad. Esto podría ser beneficioso en habitaciones con malos olores persistentes, aunque nuevamente, la evidencia científica que respalde esta afirmación es limitada.
*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.