Las cucarachas, esos insectos sigilosos que infestan rincones oscuros de hogares y establecimientos, no solo generan incomodidad y repulsión, también pueden convertirse en portadoras de enfermedades que afectan la salud.

Diversas especies de cucarachas, como la americana y la alemana, han sido identificadas como portadoras potenciales de enfermedades. Su capacidad para habitar diferentes entornos y reproducirse rápidamente aumenta el riesgo de propagación de patógenos. La presencia de estas cucarachas no solo es un problema estético, sino una amenaza directa para la salud pública.

Enfermedades que transmiten las cucarachas

Salmonelosis y disentería

Las cucarachas son capaces de transportar y propagar patógenos responsables de enfermedades gastrointestinales, como la salmonelosis y la disentería. Estos insectos tienen una habilidad innata para contaminar alimentos y superficies con bacterias perjudiciales, poniendo en riesgo la salud de quienes entran en contacto con estas sustancias contaminadas.

Las cucarachas son animales que, por su naturaleza, propagan bacterias que, a su vez, causan diversas enfermedades. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

Diarrea

La presencia de cucarachas en áreas donde se preparan o almacenan alimentos puede llevar a la contaminación de superficies y alimentos. La ingestión de alimentos contaminados puede causar diarrea.

Gastroenteritis

Las cucarachas también pueden ser portadoras de otros patógenos, como virus y parásitos, que pueden causar gastroenteritis y otros problemas gastrointestinales en los seres humanos.

Asma y alergias

Además de transmitir bacterias, las cucarachas también pueden desencadenar problemas respiratorios. Las partículas de exoesqueleto, heces y saliva de estos insectos contienen proteínas que pueden desencadenar reacciones alérgicas y exacerbar condiciones como el asma. En entornos urbanos, donde las cucarachas son comunes, la exposición a estas sustancias alergénicas puede ser un desafío constante para la salud respiratoria.

Fiebre tifoidea

La fiebre tifoidea es una enfermedad bacteriana causada por la bacteria salmonella typhi. Esta bacteria se transmite a los humanos a través de la ingestión de alimentos o agua contaminados. Las cucarachas pueden transmitir la fiebre tifoidea a los humanos al caminar sobre alimentos.

Las cucarachas suelen pasear por restos de comida que, por lo general, se dejan en la cocina. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

Infecciones cutáneas

En casos más extremos, las cucarachas pueden morder o raspar la piel de las personas, lo que puede causar infecciones cutáneas, como ronchas o encamación.

Prevención y control

La lucha contra las cucarachas no se limita solo a la erradicación de insectos visibles, sino que también implica medidas preventivas. Mantener la limpieza, sellar posibles puntos de entrada y usar insecticidas de manera responsable son pasos clave para prevenir la infestación y reducir los riesgos asociados con estas plagas.

Siempre es aconsejable acudir a los servicios de un exterminador en caso de tener una plaga de cucarachas en casa. (Imagen de referencia) | Foto: Getty Images

*Este artículo fue creado con ayuda de una inteligencia artificial que utiliza machine learning para producir texto similar al humano, y curado por un periodista especializado de Semana.