Desde hace mucho tiempo se ha conocido que las personas suelen mezclar ingredientes o productos químicos con el fin de llevar a cabo diferentes tareas de aseo y limpieza, e incluso, en muchas ocasiones, suelen usarse en la higiene personal o para preparaciones de alimentos.
Se trata del bicarbonato de sodio y el agua oxigenada, dos de los productos más usados por los hogares colombianos. La primera sustancia se disuelve fácilmente en agua y puede ayudar a desprender la grasa y las acumulaciones de mugre en diferentes superficies, así como quitar malos olores.
Por su parte, “el peróxido de hidrógeno (conocido también como agua oxigenada) es un líquido incoloro a temperatura ambiente con sabor amargo. Pequeñas cantidades de peróxido de hidrógeno gaseoso ocurren naturalmente en el aire. El peróxido de hidrógeno es inestable y se descompone rápidamente a oxígeno y agua con liberación de calor”, afirman los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Pero, desde un punto de vista más científico, ¿es posible y no representa ningún riesgo para la salud el hecho de que sean combinados?
La respuesta a este cuestionamiento la da el portal Clubmitsubishiasx, donde advierte que la “mezcla de las dos sustancias provoca un gas llamado cloramina; es altamente tóxico, causa irritación, quemaduras y puede llegar a ser letal por los daños que causa en el aparato respiratorio”.
Lo ideal es que estos elementos de limpieza e higiene sean usados por separado. Además, al ser respetuosos con el medioambiente y económicos, son la elección preferida de muchas personas para mantener sus hogares limpios y frescos sin recurrir a productos químicos agresivos.
En conclusión, la combinación de bicarbonato de sodio y agua oxigenada puede ser perjudicial para la salud y más si no se tiene buena ventilación o se recurre a elementos como el tapabocas para evitar que sus olores ingresen al sistema respiratorio, aunque por separado, sus resultados son sorprendentes en diversas aplicaciones, incluida la limpieza del hogar.