La cocina es uno de los espacios más importantes de una vivienda, pues no es solo un lugar para cocinar o comer, sino que también en muchas ocasiones es el punto de encuentro o reunión con la familia o amigos. Estas son razones de peso para mantenerla en una buena condición y que resulte muy agradable estar allí.
Si bien es un espacio clave, no es fácil mantenerlo limpio y oliendo rico. La grasa, los restos de alimentos e incluso, muchas veces, los limpiones que se usan en el día a día generan aromas que no siempre son placenteros y, por ello, es clave seguir algunas recomendaciones que fácilmente pueden ponerse en práctica.
Lo primero es evitar que la suciedad se acumule y para ello se debe barrer y limpiar habitualmente, así como mantener las superficies usadas, los electrodomésticos y los utensilios en buen estado, limpiándolos siempre después de su uso.
También es muy importante ventilar. Hacerlo mientras se cocina es una opción, así como después. Si se dispone de campana extractora, su uso mientras se preparan los alimentos es básico para que el olor no se expanda por la casa, precica el portal Cooking Academy.
En estos casos si queda humo o un ambiente recargado después de cocinar se puede encender unos minutos para favorecer la eliminación de los olores junto con la ventilación natural del espacio.
Aromatizantes caseros
Pero también es viable recurrir a algunos aromatizantes naturales que complementan muy bien el proceso de limpieza. Un artículo publicado en el diario La Vanguardia indica que para disipar olores después de cocinar, se puede cortar un limón y hervirlo en agua. Este fruto cítrico desprenderá una esencia fresca y absorberá malos olores.
Otra alternativa es quemar ramas de tomillo o romero sin que lleguen a prender del todo. Este truco casero acabará con los malos olores y dará paso a un aroma natural. También se pueden hornear piñas de pino a fuego medio para conseguir un aroma rústico y evitar olores desagradables.
Vinagre
Una opción más es el uso de vinagre, pues se trata de un producto con propiedades antibacterianas, que además sirve como aromatizante natural. Ofrece numerosas posibilidades a la hora de eliminar los malos olores. Por ejemplo, se puede colocar un recipiente con un poco de vinagre en la cocina y este actuará como neutralizador de los malos olores.
De igual forma, es aconsejable impregnar un trapo con vinagre y limpiar los electrodomésticos así como las diferentes superficies en que se cocinó con el fin de eliminar la suciedad y prevenir los malos olores.
Por último, el café es otra forma de mantener la cocina oliendo rico. Se colocan unos granos del mismo repartidos por este espacio y esto ayudará a absorber aromas indeseados que puede haber en el lugar y aromatizarlo.
Una de las recomendaciones clave para evitar los olores poco agradables es sacar la basura a diario. La acumulación de residuos no solo genera mal olor sino que atrae insectos y otros animales como roedores que pueden ocasionar complicaciones mayores.