Los ratones pueden ser muy molestos en diferentes contextos de la vida, pero especialmente cuando su presencia se da en los hogares, algo que ocurre especialmente en épocas de frío o cuando buscan refugio y comida. Tenerlos en casa puede ser un verdadero peligro para las personas que allí habitan, ya que pueden transmitir enfermedades y, además, malos olores que afectan a quienes viven o hasta visitan el sitio.

Afortunadamente, existen diversas estrategias para mantenerlos fuera del hogar, muchas de las cuales son simples y efectivas. Uno de los mejores métodos es colocar barreras físicas que impidan su paso. Estos animales pueden pasar por espacios muy pequeños, por lo que es importante revisar y sellar cualquier abertura alrededor de las puertas.

Una opción popular es instalar burletes o selladores en la parte inferior, los cuales no solo bloquean el paso a los ratones, sino también a otros insectos. Estos burletes suelen ser de materiales como goma o silicona, y se pueden encontrar fácilmente en ferreterías.

Otra opción es colocar mallas metálicas finas, conocidas como mallas anti-roedores, en los puntos de acceso, estas permiten la ventilación pero son lo suficientemente resistentes para evitar el paso de los roedores. Es importante revisar de manera periódica que estos objetos estén en buen estado, ya que los ratones pueden intentar roer hasta encontrar un espacio débil por donde pasar.

Estos animales pueden ser muy dañinos, por lo que pueden terminarle por costar un gran dinero si no los elimina desde un principio. | Foto: Getty Images

Repelentes naturales

Estos animales tienen un sentido del olfato muy desarrollado, y existen ciertos aromas que les resultan especialmente desagradables. Una estrategia efectiva es utilizar estos olores para disuadir su entrada. Algunos de los más eficaces incluyen la menta, el amoniaco, el clavo y el eucalipto.

La forma más común de aplicar estos aromas es a través de aceites esenciales. Unas gotas de menta o eucalipto en la entrada o en una bola de algodón cerca de la puerta pueden ayudar a mantenerlos alejados.

Para una protección duradera, existen repelentes en aerosol a base de estos aceites, diseñados específicamente para disuadir a los ratones. Estos productos, además de ser efectivos, son naturales y no afectan a las personas ni a las mascotas. Es recomendable reaplicarlos cada pocos días para asegurar que el olor se mantenga fresco y efectivo.

Estos roedores suelen ocultarse en zonas que son de difícil acceso para las personas. | Foto: Dejan Kolar

Otra alternativa natural es utilizar hojas de laurel o clavos de olor cerca de las puertas y en áreas donde podrían intentar entrar. Aunque no son tan duraderos como los mencionados anteriormente, estos elementos emiten un olor que también resulta desagradable para estos animales.

Trampas disuasorias: Opciones preventivas sin crueldad

Para quienes buscan un método adicional o en caso de que los ratones ya hayan intentado entrar, las trampas disuasorias son una opción efectiva. Este tipo de objetos no buscan atrapar ni matar al animal, sino crear una barrera incómoda que los motive a buscar otro lugar.

Existen trampas electrónicas que emiten sonidos ultrasónicos imperceptibles para el oído humano, pero muy molestos para los roedores. Estas deben colocarse cerca de las puertas de entrada o en puntos clave donde suelen pasar los ratones.

Asimismo, existen trampas de pegamento y de captura en vivo, que permiten atrapar al ratón sin hacerle daño para luego liberarlo en otra área. Sin embargo, estas requieren más vigilancia, ya que el animal capturado debe ser liberado rápidamente para evitar que sufra.

Es importante recordar que las trampas son una medida adicional y que, en lo posible, es preferible sellar y proteger la casa con barreras físicas y repelentes para evitar que los roedores ingresen en primer lugar. También es clave mantener un entorno limpio, sin restos de comida, ya que este es uno de los principales atractivos para los ratones, por lo que es una forma de ‘llamarlos’ y que poco a poco ocupen el lugar.