Las pesadillas, sueños angustiantes y perturbadores, son una experiencia común que afecta a personas de todas las edades. Aunque las causas exactas de las pesadillas no están completamente claras, los expertos han identificado varios factores que pueden contribuir a su aparición.
Según la National Sleep Foundation, las pesadillas pueden estar relacionadas con el estrés y la ansiedad. El estrés emocional o físico puede desencadenar pesadillas al perturbar el equilibrio del sueño REM, la etapa del sueño en la que ocurren los sueños más vívidos. Además, la ansiedad crónica o los trastornos de ansiedad pueden aumentar la frecuencia e intensidad de las pesadillas.
Otra causa potencial de las pesadillas es la alimentación antes de dormir. La National Sleep Foundation sugiere que consumir comidas pesadas o picantes, o consumir alcohol o cafeína antes de acostarse, puede contribuir a las pesadillas al interferir con el proceso de sueño.
Además, los trastornos del sueño, como la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas, pueden aumentar la probabilidad de tener pesadillas. Estos trastornos pueden interrumpir el sueño REM y provocar una mayor incidencia de sueños desagradables.
Salmo para cuando se tienen pesadillas
Leer un Salmo puede ser reconfortante cuando se tienen pesadillas debido a su naturaleza de alabanza, súplica y consuelo. Los Salmos, como parte de la Biblia, ofrecen palabras de esperanza y fortaleza espiritual que pueden calmar la mente y el espíritu durante momentos de angustia.
Salmo 59
David ora para ser librado de sus enemigos — Dios gobierna en Jacob hasta los confines de la tierra.
1 Líbrame de mis enemigos, oh Dios mío; ponme a salvo de los que contra mí se levantan.
2 Líbrame de los que hacen iniquidad, y sálvame de hombres sanguinarios.
3 Porque, he aquí, han puesto acechanza contra mi vida; se han juntado contra mí poderosos, no por transgresión mía ni por pecado mío, oh Jehová.
4 Sin delito mío corren y se preparan; despierta para venir a mi encuentro, y mira.
5 Y tú, Jehová, Dios de los ejércitos, Dios de Israel, despierta para castigar a todas las naciones; no tengas misericordia de todos los que se rebelan con iniquidad.
6 Volverán al atardecer, ladrarán como, perros y rodearán la ciudad.
7 He aquí proferirán con su boca; espadas hay en sus labios, porque dicen: ¿Quién oye?
8 Más tú, Jehová, te reirás de ellos; te burlarás de todas las naciones.
9 A causa de su fuerza esperaré yo en ti, porque Dios es mi defensa.
10 Mi Dios, en su misericordia, irá delante de mí. Dios me hará ver a mis enemigos.
11 No los mates, para que mi pueblo no olvide; hazlos vagar con tu poder, y abátelos, oh Señor, escudo nuestro.
12 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, sean ellos presos en su soberbia, y por la maldición y mentira que profieren.
13 Acábalos con furor; acábalos para que no existan más, y sepan que Dios gobierna en Jacob hasta los confines de la tierra.
14 Por el pecado de su boca, por la palabra de sus labios, sean ellos presos en su soberbia, y por la maldición y mentira que profieren.
15 Anden ellos errantes para buscar qué comer; y si no se sacian, murmuran.
16 Pero yo cantaré de tu poder, y alabaré de mañana tu misericordia, porque has sido mi amparo y refugio en el día de mi angustia.
17 Oh fortaleza mía, a ti cantaré alabanzas, porque eres, Dios, mi amparo, mi Dios de misericordia.