Las camelias son plantas originarias de Asia, especialmente de China y Japón. Son conocidas por sus flores grandes y vistosas, que pueden ser de diversos colores, como blanco, rosa, rojo o incluso bicolor. Las flores de las camelias suelen tener una forma similar a la de una rosa, con pétalos ordenados en capas concéntricas.

Estas plantas son apreciadas en la jardinería por su atractivo aspecto ornamental y su capacidad para florecer durante los meses de invierno y primavera, lo que las convierte en una opción popular para añadir color al jardín en temporadas más frías. Además de su belleza, algunas variedades de camelias también son valoradas por su fragancia.

camelias | Foto: Getty Images
camelias | Foto: Getty Images

A continuación, varios consejos para promover su floración:

Luz adecuada: Las camelias prefieren la luz solar filtrada o parcial, por lo que se debe colocar en un lugar donde reciban luz brillante pero no luz solar directa y fuerte.

Suelo adecuado: Utilizar un suelo ácido y bien drenado. Las camelias prefieren un suelo ligeramente ácido, con un pH entre 5.0 y 6.5. Puede usar una mezcla especial para camelias o tierra para plantas acidófilas.

Riego adecuado: Mantener el suelo uniformemente húmedo, pero no empapado. Regar cuando la capa superior del suelo comience a secarse. S debe evitar el riego excesivo, ya que el encharcamiento puede provocar problemas de raíz.

Fertilización regular: Se debe fertilizar esta planta con un fertilizante específico para plantas acidófilas. Para ello es clave seguir las instrucciones del envase para la aplicación adecuada. Demasiado fertilizante puede causar daño a la planta, así que sé moderado.

Poda adecuada: Realizar la poda después de la floración para dar forma a la planta y eliminar cualquier crecimiento muerto o dañado. La poda también puede fomentar un crecimiento más compacto y una floración más abundante en la próxima temporada.

Protección contra heladas: Si vive en un área donde las temperaturas pueden descender por debajo del punto de congelación, hay que proteger las camelias del frío extremo con cubiertas de invierno u otras medidas de protección.

¿Cómo mantenerlas frescas?

Agua limpia y fresca: El agua en el florero debe ser cambiada cada dos días para asegurar que las camelias tengan acceso a agua limpia y fresca. Agregar un conservante floral al agua puede prolongar aún más la vida de las flores, proporcionando los nutrientes necesarios y reduciendo el desarrollo de bacterias. Este simple gesto puede marcar la diferencia entre unas camelias que se marchitan rápidamente y unas que mantienen su resplandor durante días.

Control de la temperatura y humedad: Las camelias prosperan en ambientes frescos y ligeramente húmedos. Colocar el florero en un lugar con temperaturas moderadas y lejos de corrientes de aire contribuye significativamente a mantener su frescura. Si la humedad ambiente es baja, rociar las flores con agua cada dos días puede simular las condiciones ideales para las camelias.