La ruda es una planta que tradicionalmente ha sido usada como medicamento natural y como hierba protectora por algunas de las propiedades medicinales que posee. Se dice que aporta bondades digestivas, relajantes y antiespasmódicas.
En la cultura popular se afirma que esta hierba ofrece beneficios digestivos, debido a que estimula la función biliar y puede usarse en caso de dolencias que afectan al aparato digestivo como los gases, el ardor intestinal y la pesadez.
Otras afirmaciones se centran en que la ruda es una planta que ofrece acción sedante, por lo que ayudaría a combatir los síntomas propios de la ansiedad, el estrés, el nerviosismo y el insomnio.
Se dice también que su consumo es un buen estimulante del flujo sanguíneo, favoreciendo la regulación de la menstruación femenina y que sirve para mejorar las hemorragias y reducir los dolores provocados por la misma.
¿Qué pasa cuando florece?
El portal Panorama asegura que esta planta aromática tiene grandes beneficios al momento de florecer, pues es justo cuando da sus flores que ofrece una mayor concentración de aceite esencial, un producto al que se le atribuyen diversos beneficios; entre ellos, antibacterianos, antivirales, antifúngicos y antisépticos.
Este sitio web asegura que esta planta ha sido un símbolo de creencias y prácticas mágicas en diferentes culturas a lo largo de la historia, debido a que ha fusionado lo terapéutico con lo mágico en distintas tradiciones culturales. Actualmente, si la ruda florece y se comienza a secar, quiere decir que está limpiando toda la energía negativa que tiene cerca, por lo que resulta una buena opción para tener en casa con el fin de alejar malas vibras.
Cuidados a tener en cuenta
Para que la ruda se mantenga en una buena condición, fresca y florecida, es importante prestar atención a algunos cuidados que se deben tener. Uno de ellos es que si bien se puede cultivar en maceta o matera, lo mejor siempre es colocarla directamente en la tierra, de este modo tendrá suficiente espacio para crecer sin problemas.
Al ser un arbusto, las macetas demasiado pequeñas pueden atrofiar y alterar la planta, evitando su normal desarrollo, según el portal Gastrolab. También es muy importante el sustrato que se le coloque porque de ello depende que la planta no se seque y crezca sana. Lo mejor es evitar los suelos demasiado ácidos, ya que estos no son los preferidos de la planta; así que es mejor usar los suelos alcalinos como la tierra para macetas.
Otro aspecto al que se le debe prestar atención es al riego, pues es una hierba que suele necesitar bastante atención en cuanto al agua se refiere, pues mucho líquido podría pudrir las raíces, mientras que una falta de este empezará a quemar y secar las hojas fácilmente. Lo mejor para controlar este aspecto, es regar con abundancia y esperar a que el sustrato se seque por completo antes de volver a aplicar el agua.