Cuidar el agua es una responsabilidad que recae en todos los seres humanos, especialmente en situaciones de racionamiento donde los recursos son limitados y la conservación se vuelve crucial. En Bogotá, una ciudad que enfrenta desafíos periódicos en el suministro de agua, es fundamental adoptar prácticas conscientes para conservar este recurso vital.
El agua se convirtió en un recurso esencial para la vida, y su escasez puede tener consecuencias graves para la salud y el bienestar de la población. Ante la estrategia de racionamiento, es importante tomar medidas proactivas para gestionar eficientemente el suministro de agua almacenada.
Cada habitante de la ciudad debe tener conciencia del consumo que hace de este elemento, evitando desperdiciar o gestionar mal la que llega a su control. Pese a que para muchos no es “tan grave”, es de vital importancia que se tome con seriedad el tema y se haga un trabajo correcto para preservar la vida humana.
En la lista de consejos y trucos para cuidar correctamente del agua que se recoge y almacena de cada uso, se encuentra una amplia variedad de puntos y así no cometer errores que afecten la salud.
Priorizar necesidades: lo importante de este asunto es hacer una lista de las actividades diarias que requieren si o si de agua. Esta actividad ayudará a tener claridad de las cantidades y las formas en las que se debe administrar el recurso.
Almacenamiento adecuado: una vez se tenga conocimiento de estas dinámicas, lo siguiente es asegurarse de que esté almacenada de manera adecuada. Utilice recipientes limpios y seguros para almacenar el agua.
Los contenedores de plástico o metal son ideales, ya que protegen el elemento de la contaminación y la luz solar que puede favorecer el crecimiento de bacterias.
Mantenimiento de la limpieza: es fundamental mantener la limpieza tanto de los recipientes como del agua almacenada. Lave los recipientes regularmente con agua y jabón, y enjuáguelos completamente antes de volver a llenarlos. La almacenada debe estar libre de cualquier residuo o impureza para garantizar su seguridad para el consumo humano.
Recolectar agua y reutilizarla: un consejo práctico es recolectar agua de lluvia y emplearla en actividades varias como regar las plantas, limpiar espacios o descargar el inodoro
Uso consciente: durante períodos de racionamiento, es importante utilizar el agua con moderación y evitar el desperdicio. Adopte hábitos que reduzcan el consumo de agua, como cerrar los grifos mientras te cepillas los dientes, reparar cualquier fuga de agua en su hogar y utilizar dispositivos de ahorro de agua en grifos y duchas.