Los efectos del cambio climático son evidentes y se les debe dar mucha importancia, pues muchas veces no hay conciencia en torno a sus reales consecuencias, por lo que no se adoptan medidas tendientes a hacerle frente de manera individual y de formas muy sencillas.
La organización ambientalista internacional Greenpace indica que las condiciones de sequía extrema se están multiplicando a nivel global como consecuencia de una creciente sequedad en los ambientes, factor que no solo deja sin agua a millones de personas, sino que se convierte en la antesala de nuevos incendios forestales, que van en deterioro de todo tipo de especies, tanto de flora como de fauna.
Esta situación a la cual no escapa Colombia, fue la que llevó a que el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, debiera tomar medidas y por ello anunció que habrá racionamiento en esta ciudad y en algunos municipios aledaños a la capital, debido a los bajos niveles de agua en los embalses que la surten.
¿Cómo ahorrar agua en casa?
Así las cosas, tomar acciones con el fin de contribuir a mejorar las condiciones actuales es determinante y una de ellas es ahorrar agua de manera sencilla en la casa. Estas son algunas de las formas de hacerlo, según la Fundación Aquae y Greenpace.
- El agua con jabón utilizada para limpiar el carro se puede drenar a los arbustos o el césped, porque normalmente el agua jabonosa no daña este tipo de vegetación.
- En lugar de usar un lavavajillas para limpiar utensilios –que consume mucha agua, independientemente de su carga– se puede usar una tina u otro recipiente con agua.
- Si se lava la loza con la llave, lo mejor es remojar y enjabonar todo de una vez, sin tener la llave abierta y solo abrirla para el enjuague final.
- Instalar un recipiente para recoger agua de lluvia. Por lo general, cuando llueve, el agua se mueve directamente al sistema de alcantarillado. Esta cantidad de agua limpia está libre de químicos y puede aprovecharse para actividades como la limpieza del hogar.
- Reutilizar el agua que se ha vertido en vasos y botellas, pero no se ha consumido; en lugar de tirarla, se puede beber o emplear para regar, entre otros.
- Se puede emplear el agua de cocer la pasta o la utilizada para limpiar las verduras para regar.
- El agua de la cocina se puede volver a usar: tras limpiar los platos con ella, se puede verter en el inodoro para descargarlo, por ejemplo.
- Revisar posibles fugas. Suelen ocurrir por fallas en los grifos, inodoros o tuberías. En el caso del inodoro, detectar una pérdida es muy fácil. Pon una gotita de colorante de comida en el tanque de agua. Si dentro de los siguientes 10 minutos el color aparece en la taza, la respuesta es obvia.
- No usar agua limpia para el césped. En muchos hogares, buena parte del consumo de agua potable se va en mantener el césped de parques o jardines. Este gasto es innecesario porque bien puede regarse con agua residual o lluvia.
- Cronometrar las duchas. No quedarse largo tiempo debajo de la ducha por muy relajante que sea. Lo ideal es estar menos de cinco minutos bañándote. Una buena idea es crear una playlist que dure ese tiempo.