Se aproxima el 2024, y con él los nuevos sueños, las nuevas metas, y los propósitos. Por ello, muchas personas recurren a prácticas tradicionales que ayuden a cumplir lo planeado, y una creencia común es el ritual del laurel y el fuego, pues desde hace años se cree que estos dos elementos pueden ser catalizadores para alcanzar las metas.

La práctica de este ritual es relativamente simple. | Foto: Getty Images

De acuerdo con tradiciones antiguas, el laurel se asocia con triunfo, y el fuego con energía, y cuando estos dos se unen se genera una combinación especial que ayuda a materializar los propósitos.

Así las cosas, para llevar a cabo el ritual, se deben seguir las siguientes recomendaciones:

1. Elegir varias hojas de laurel, las cuales simbolizaran las metas que se desean cumplir en el próximo año, el 2024. Es importante que cada hoja se amarre a una rama, representando cada propósito. Además, a la hora de realizar el proceso, hay que decir en voz alta la intención, y se debe realizar con fe, y esperanza.

De hecho, una recomendación es utilizar tres hojas de laurel: la primera representa el deseo, la segunda se usa para quemar todos los obstáculos, y la tercera para visualizar el cumplimiento del objetivo.

El ritual del laurel y el fuego ha trascendido de generación en generación. | Foto: Getty Images

2. Se debe encender una hoguera, pero es importante que esta esté controlada, pues de esta forma se evitan accidente. En seguida, se debe arrojar cada hoja de laurel, y se debe acompañar con palabras de afirmación o deseos. Ahora bien, es clave que toda la atención esté en ese momento, pues de esta forma, el ritual puede dar mejores resultados.

3. La visualización del humo es el último punto del ritual, pues cuando esto sucede, se interpreta como un canal de comunicación entre los propósitos expresados y el cosmos. Es por ello, que hay que observar el humo con fe, y volver a repetir los propósitos a medida que el humo se desaparece en el aire.

4. Finalmente, cuando las hojas estén quemadas, el humo se desaparezca, y queden solo las cenizas, hay que soplar las cenizas con fe y esperanza de que todo el proceso ayudará con el cumplimiento de los propósitos.

La unión del laurel y fuego pueden ser catalizadora. | Foto: Getty Images

Ahora bien, pese a que este ritual se asocia con una conexión entre la naturaleza y las aspiraciones humanas, es clave entender y saber qué hay trabajar por los propósitos. Es decir, si una meta es bajar de peso, hay que tener mejores hábitos alimenticios, y se debe hacer ejercicio.

Entre tanto, si un propósito es comprar carro, hay que ahorrar, para de este forma poder alcanzar el objetivo rápidamente.