Cuando las personas van de paseo o tienen cerca el mar, una de las cosas que más les gusta hacer es caminar por la playa descalzas. Y si bien se dice que esta práctica tiene muchos beneficios, también se debe prestar atención a aquellas cosas que pueden resultar negativas.

Es un pasatiempo relajante, que pasa por sentir las olas frescas y la arena cálida hasta observar y recibir el sol. Es un paseo que se dice brinda una serie de bondades para la salud. El portal Salud Digital indica que caminar por la playa es una buena forma de despejar la mente y ejercitar el cuerpo.

En cuanto a la actividad física, caminar sobre arena requiere un esfuerzo mayor que hacerlo sobre una superficie dura. De esta forma, los músculos y tendones trabajan más duro, fortaleciendo el pie y el tobillo. También las caminatas por la playa hacen que se quemen más calorías que en una que se realice por la calle.

Los turistas son muy dados a caminar descalzos en la playa. | Foto: Getty Images / Franz-Marc Frei

Además, de acuerdo con el mencionado sitio web, caminar por la playa es ideal para quienes sufren de dolor en las rodillas, la espalda y las caderas, ya que la arena ejerce menos tensión en el cuerpo, facilitando el trabajo de los huesos y las articulaciones.

Ojo a las torceduras y esguinces

No obstante, se debe prestar atención también a algunos aspectos que no son tan positivos. Por ejemplo, que la arena es una superficie irregular, lo cual no la hace ideal para dar un paseo, debido a que esto puede aumentar el riesgo de torceduras, esguinces o caídas. Especialmente, esta actividad no es recomendable para personas que tienen problemas de equilibrio o que también sienten debilidad en las piernas.

Como este suelo no es plano hace que se presente un desequilibrio, provocando que una pierna soporte más peso que la otra, debido a que los pies caminan en un ángulo al que no están acostumbrados, por lo que se puede producir también un tirón muscular, una sobrecarga en los gemelos u otra lesión, como las contracturas y los calambres.

La playa tiene suelo irregular por lo que se debe prestar atención para evitar fracturas en los tobillos o las rodillas. | Foto: Guillermo Torres Reina

Si bien puede parecer obvio, caminar por la playa implica estar expuesto al sol y al calor, lo que puede provocar no solo riesgos de deshidratación e insolación, sino que si la arena está caliente puede ocasionar quemaduras en la piel. Lo recomendable es tomar las precauciones adecuadas, no saliendo a las horas de mayor calor, por ejemplo, precisa el diario El Español.

Esfuerzo físico

Como se mencionó anteriormente, caminar por la playa requiere un esfuerzo físico adicional y si bien para muchas personas puede ser saludable, para otras es posible que no sea tan recomendable. Si el caminante tiene algún problema de salud o no goza de una buena condición física, su capacidad de ejercicio se puede ver limitada y andar por la playa se convierte en una actividad demasiado intensa y poco agradable.

Caminar descalzo en la playa es un placer para muchas personas. | Foto: Getty Images

Por último, quienes padecen de enfermedades como artrosis, artritis o reumatismo crónico deben tener especial cuidado al andar descalzos por la playa, porque es posible que el tipo de suelo ocasione más dolor si se compara con una superficie plana y estable.

Además, estas caminatas pueden provocar la aparición de fascitis plantar, que es una inflamación del tejido fibroso a lo largo de la parte inferior del pie que conecta el hueso del talón con los dedos de los pies.