En un mundo cada vez más globalizado, aprender un segundo idioma es determinante para tener más herramientas que permitan surgir, desarrollarse y ser más competitivo. Se dice que una de las mejores formas es adelantar este aprendizaje en la infancia; pero no siempre se tiene claro cuál es el mejor momento o la edad indicada para lograrlo.
Los expertos consideran que la niñez es la época ideal para adquirir nuevas lenguas, ya que el cerebro de los niños posee una plasticidad que les permite absorber todo el conocimiento a un ritmo diferente al de una persona adulta.
De acuerdo con los expertos, la ciencia dice que los niños nacen con la capacidad de identificar los sonidos de cada idioma y las diferentes investigaciones han determinado también que la mejor edad para aprender un idioma desde cero es cuando se tiene poca edad. Como ya se mencionó, esto se debe a que el proceso de aprendizaje en la infancia es diferente al de los adultos; pues es más natural e intuitivo.
Un estudio dado a conocer en la revista Cognition concluyó que la mejor edad para aprender un idioma es antes de los 10 años, lo que no quiere decir que no se pueda alcanzar un nivel nativo en una lengua si se aprende en etapa adulta.
Los expertos aseguran que con la metodología correcta, un adulto puede llegar a comunicarse en otra lengua de forma adecuada y sin errores, más allá de que haya un momento de la vida en el que la tasa de aprendizaje sea mayor. Así las cosas, lo cierto es que cualquier persona tiene la posibilidad de tener este aprendizaje, así a unos se les facilite más que a otros.
Los beneficios de aprender un segundo idioma
Según el portal English 4 Kids Online, aprender un segundo idioma es determinante y brinda una larga lista de beneficios, especialmente si se hace en la niñez.
- El cerebro se estimula en regiones distintas a las de la comunicación. Se ha descubierto que los niños que aprenden otro idioma son más hábiles socialmente, en matemáticas, comprensión del entorno y pensamiento crítico, entre otros.
- Permite ser multitareas. Esta es una habilidad que pocos la dominan y es cada vez más requerida en los trabajos. Los niños que crecen bilingües o que aprenden otro idioma tienden a hacer multitareas con mayor facilidad.
- La concentración aumenta, ya que los menores son capaces de pasar de un idioma a otro, sin siquiera ser conscientes.
- Facilidad para aprender más idiomas: las personas bilingües pueden aprender con rapidez un tercero y hasta cuarto idioma.
- Forma natural. El aprendizaje de los niños de un idioma se da de manera completamente natural y este es precisamente uno de los factores que facilita su aprendizaje.